Rafael Dudamel disfruta de su momento más dulce en el presente semestre. El Deportivo Lara finalmente tuvo el despegue que se esperaba de un club candidato a grandes cosas y termina el torneo Apertura como uno de los elencos con mayor regularidad. Acumula siete partidos sin perder y aparece en la séptima plaza de la clasificación, con posibilidades de cerrar dentro del quinteto de punta, en caso de resolver con resultados positivos los dos careos restantes, frente a Tucanes (el domingo en Cabudare) y Anzoátegui (fecha final en Puerto La Cruz).
Su ascenso ha sido notable. De estar en la parte media de la tabla, e incluso coqueteando con la zona de descenso, trepó a las casillas de la alegría, alimentando al final una remota posibilidad de cargar con el trofeo de campeón, que, dependiendo de otros, quedó pulverizada. Pero no deja de ser un logro la recuperación que tuvo, convirtiéndose en un elenco, incluso arrollador, que ha tenido una media de goles elevadas en los últimos partidos.
Termina con las manos vacías, perdedor como todos los que están del segundo puesto para abajo, pero con las ilusiones al máximo de cara al venidero Clausura, al que entrará con aspiraciones de buscar el máximo galardón.
Dudamel encontró el equipo, le consiguió la vuelta al módulo táctico. Hay esa sincronía entre lo que plantea el técnico y lo que interpretan en el terreno de juego sus jugadores. Se palpa la identidad, a veces jugando bien, otras no tanto, pero la idea es clara. Cada domingo el equipo sabe cuál camino tomar, conoce la vía para llegar a la meta. El juego del equipo lo sustentan cuatro nombres: Marlon Fernández, Edgar Pérez Greco, José Romo y Armando Maita. Ese “cuadrado” de ataque que explotó cuando más la oncena lo necesitaba. Parecen intocables. Sacarlo a uno de ellos es como quitarle una pata a la mesa. Por eso hay pocas variaciones en esta zona, distinto a lo que ocurre en otros frentes del planteamiento táctico, en los que sigue vigente la política de rotación de jugadores impuesta por el DT.
Equipo encaminado
“El equipo está encaminado”, señaló Dudamel tras la reciente victoria frente al Zulia, en el sofocante calor de Maracaibo y con la dificultad adicional que significó tener a 15 de 20 jugadores con problemas estomacales, como detalló el entrenador en nota de prensa.
Mira hacia atrás y recuerda la película de los numerosos empates que mantuvieron atascados al equipo. “Hoy pudiésemos tener unos seis o siete puntos más y estar peleando el torneo”, analizó, pero evita los lamentos y se centra en el futuro, en el Clausura 2014 que será un torneo decisivo, el termómetro para medir su gestión.
No quiere adelantar su planificación. Primero quiere coronar con buenos resultados el par de jornadas finales y luego definir acciones a tomar, sobre todo en el tema de contrataciones, dentro de un conjunto que no cuenta con extranjeros en sus filas.
Carlos José Méndez
Foto: Cortesía Deportivo Lara