Son tantas las leyes que por vía habilitante aprobó el Presidente de la República, que al momento de escribir este artículo es imposible analizar cada una de ellas. Leyes que no fueron discutidas por todos los sectores, como es lo deseable y pertinente en democracia, sino que han sido impuestas, demostrando que la necesidad de concertar con los distintos sectores del país para poder superar la crisis social, económica y política que impera, no está en la agenda gubernamental. El llamado diálogo, las mesas de trabajo que se hicieron con varios sectores tuvieron un fin mediático, aparentar que el gobierno escucharía con atención las propuestas para elaborar un marco jurídico y políticas que permitieran salir del atolladero. No ha sido así.
Lo que todos esperamos, porque no jugamos al caos, es que se habilite la eficiencia, porque ello se traduciría en que todos los venezolanos tengamos calidad de vida, bienestar, que podamos vivir tranquilos, en paz . Debería habilitarse la lucha contundente contra el hampa, sin embargo, seguimos amenazados y en peligro, día a día vemos con estupor la cantidad de asesinatos que se registran en todo el país. El desarme no ha dado resultado, la voluntad de los malhechores de entregar las armas a cambio de una beca de estudio, tal y como se vaticinó, no caló, hoy lamentablemente hasta los policías son asesinados para despojarlos de su armamento. La inseguridad sigue siendo uno de los problemas más graves del país.
Las reformas legales anunciadas no resolverán las verdaderas causas del problema cambiario, fiscal, inflacionario de Venezuela. La gente aspira que se habiliten políticas para que la inflación no siga mermando cada vez más el poder adquisitivo. El aumento de salarios decretado es tan pírrico que es ilusorio pretender que con eso la gente puede adquirir todo lo que necesita para vivir. En todas partes lo que se escucha es que el dinero no alcanza. En Venezuela es un verdadero lujo comer carne, pollo, tener una dieta balanceada.
Mientras asimilamos el nuevo marco jurídico, la gente sigue padeciendo la escasez de productos, soportando colas interminables, algunos tienen serios problemas de salud al no hallar los medicamentos. Otros soportan constantemente apagones, el racionamiento de agua, las carreteras y autopistas están deterioradas, por si fuese poco, hasta hay problemas de abastecimiento de gasolina. Viajar sigue siendo un casi imposible, tanto al exterior como al interior del país. Que el gobierno administre y gobierne para todos con eficiencia sigue siendo una aspiración, eso es lo que debe habilitar.
Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
@alvareznv