El objetivo era el tercer lugar. Lo advirtieron Antonio Álvarez, titular en el ministerio de Deportes, y Eduardo Álvarez, presidente del Comité Olímpico Venezolano (COV), antes de viajar a los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz. No se llegó a la meta.
La delegación criolla, que en la jornada de cierre jugó la final del voleibol de playa masculino y la perdió con Cuba por 2-1 (24-22, 19-21 y 12-15), tuvo que conformarse con terminar en la cuarta casilla, superada en la cosecha de oros por Colombia, con quien estaba llamada a luchar el último lugar del podio, visto que, de entrada, la primera casilla del medallero era cuestión de Cuba y México.
Desde todo punto de vista es un retroceso para Venezuela. Salió del podio en el medallero. Hace cuatro años venía de ser segundo en Mayagüez, pero no estuvo Cuba, lo que abrió sus opciones en varias disciplinas. En aquella ocasión quedó por encima de Colombia. Pero las cosas se revirtieron. La delegación del vecino país -que le ha tomado el pulso a Venezuela en las últimas competiciones del ciclo olímpico- se quedó con el último lugar del taco de honor en la producción general, merced de ganar más deportes que Venezuela (7 contra 4).
Venezuela terminó con 56 doradas, nueve menos que las pronosticadas por las autoridades deportivas del país.