Este miércoles, la dirigente opositora María Corina Machado debe presentarse ante la Fiscalía 20° para atender la citación emanada por el Ministerio Público, en calidad de imputada, por su presunta implicación en un plan magnicida contra el presidente de la república Nicolás Maduro.
Pero frente al pase de factura del alto mando político, señaló en visita a EL IMPULSO que se mantiene tranquila, firme y segura, pues hace más de cinco meses rindió su declaración como testigo, durante ocho horas, y nunca le preguntaron sobre las supuestas pruebas, basadas en correos electrónicos, que la misma empresa Google demostró eran falsas.
Ante la amenaza, dijo que la decisión es una muestra de la dictadura militarista y corrupta que hay hasta la “médula”, la cual está decidida a callar todo foco por el cual emerge la verdad, bien sea a través de la gente que protesta o los medios de comunicación que la divulgan.
–¿Cómo se prepara ante un posible encarcelamiento?
-No pueden detenerme, yo no cometí ningún delito, ni siquiera hay pruebas. Voy a presentarme en la Fiscalía sin miedo, por mis hijos, por ustedes, y todos los venezolanos, que creen en la verdad. Tampoco siento temor. Me preparo como lo hacen todos aquellos que creen en los valores, con la conciencia tranquila.
La inquietud de mis hijos, familiares y sectores que adversan al Gobierno, pudiera tener un efecto nocivo en mí, pero me siento esperanzada, confiada, con valor, ánimo y mucho carácter, para defender con ímpetu, como cualquier mujer guerrera de la patria, la democracia de Venezuela.
La unidad, ha hecho que el régimen esté en el punto de mayor debilidad, en fase terminal, por eso actúa desesperado e incoherente.
Esto no significa que no sean peligrosos, por el contrario, todavía pueden hacernos daño, y el país no puede esperar. Las dictaduras se enfrentan todos los días, llamándolas por su nombre, aunque tengan consecuencias cada vez que el pueblo eleve sus voces por la paz, los derechos, la verdad y la justicia.
-¿Va a mantener el mismo discurso político o tratará de suavizarlo para evitar la persecución?
-Todos los que en Venezuela hablen o defiendan la verdad saben que están expuestos a este tipo de ataques, a mí me han acusado de todo: de traición a la patria por denunciar las violaciones de derechos humanos de Maduro ante la Organización de Estados Americanos (OEA); de terrorismo y desestabilización por la tragedia del Complejo Refinador de Amuay.
Desde entonces, comenzaron a señalarme como la responsable de los incendios que se produjeron en el sistema de refinerías y de otros desastres producidos en el país, pero a pesar de los atropellos, no pienso claudicar, ahora menos que nada, pues somos una enorme mayoría que no quiere vivir en dictadura.
Los venezolanos confiaron en mí para que yo fuera su representante en la Asamblea Nacional (AN), y no los defraudaré.
-Luego de las pretensiones del Gobierno de querer callarla ¿continuará con la propuesta de La Salida?
-Si había razones para luchar en enero, cuántas no hay ahora para continuar. Más del 80 % de los ciudadanos quieren un cambio profundo, y nosotros hemos avanzado muchísimo. Tengo mucha convicción en la Venezuela que nos espera, donde los pilares fundamentales son el emprendimiento y la superación. Un lugar en el que la propiedad es sagrada, el Estado está al servicio de sus habitantes, y no es aprovechador.
-¿Hasta qué punto pretende llegar el Gobierno con el control de las instituciones públicas?
-El Gobierno va actuar hasta donde lo dejemos. La lucha no puede ser aislada, sino de todos. Este proceso ha llevado a Venezuela a avanzar hasta lo que se conoce como un Estado fallido, peor aún, mafioso, porque el crimen organizado y la mafia han ido penetrando las instituciones.
Dentro de ellas hay descomposición, desde el Sistema Judicial, la Asamblea Nacional (AN), el Consejo Nacional Electoral (CNE), hasta las Fuerzas Armadas. Nadie cree en esas administraciones. La tarea principal, es rescatar a la Fuerza Armada, porque paradójicamente para derrotar el militarismo, ciudadanos civiles y militares, juntos, tienen que salvarla.
Chávez, hizo mucho daño, lo único que propició fue la destrucción intencional, convirtiendo a este cuerpo en un brazo de represión que nos habla de guerra, y Venezuela no es un cuartel, es nuestro hogar. No somos tropas, ni batallones, somos ciudadanos, hermanos, lo cual hay que recordarlo.
Las consecuencias por haber perdido la institucionalidad, se ven en las fallas de operatividad, estructura y ausencia de la moral. Lo peor, es que esto dio pie a la creación de grupos paramilitares que arrebataron el monopolio de las armas.
Entonces, lo correcto es avanzar. Viene un período de transición complejo, en el que es importante generar confianza, asimismo, derrotar las tres políticas de Estado que motivaron la división social; la violencia, la degradación social y la pobreza.
-¿Seguirá con la intención qué proponen los congresos ciudadanos de construir una nueva nación?
-Este es un paso más para la reconstrucción nacional. Ya hemos realizado más de mil asambleas en todo el territorio, allí se plantean las grandes ideas transformadoras para solucionar los problemas que enfrenta la población.
Por supuesto, que se mantiene intacta la misión de ir construyendo juntos la visión de sociedad compartida, para llegar a esa Venezuela nueva. Lo primordial, es salir de este sistema, de una manera democrática y constitucional, pero urgente, porque el país no aguanta más, se derrumba, se desmorona en todos los planos, no sólo en el económico, también en el ámbito social y moral.
En este momento hay muchas fuerzas encontradas, sin embargo, hay líderes que no están dentro de los partidos políticos, pero se organizaron en muchas otras formas sociales, articulando la energía ciudadana en una misma dirección.
Mientras tanto, el régimen nos tilda de enemigos, quiere erradicar todo lo que representa una voz ciudadana fundamentada en los valores que creemos y la lucha ética que impulsamos.
¿Confía en el nuevo CNE que se va a constituir?
“Después de acudir al Consejo Nacional Electoral (CNE), a emplazar a las cuatro rectoras electorales a que renuncien, por todos los fraudes cometidos, yo recibí en menos de cuatro horas la citación de la Fiscalía, por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Ante la parcialidad con el partido rojo, planteé el retiro inmediato y el rechazo a las postulaciones de las doctoras Tibisay Lucena y Sandra Oblitas, dado a que el CNE es una de las instituciones que más ha defraudado al país, y mientras se mantengan las mismas autoridades, lo van a seguir haciendo.
En ese organismo no puede haber cuotas, ni negociaciones. Entretanto, la escogencia de los cinco rectores debe ser imparcial e independiente como lo establece la constitución. Ellos tendrán la gran responsabilidad de acompañar el proceso de transición que está en puertas”.
