“No debería haber preferencias políticas en cuestiones de justicia, porque todos somos ciudadanos venezolanos con derechos, independientemente de qué color seas”, expresó Janeth Frías, quien se enfrenta a una querella judicial por el asesinato de su hijo, Bassil Da Costa.
Tal fue la respuesta de la mujer a la negativa que recibiera en el Tribunal Supremo de Justicia cuando solicitó reunirse con su presidenta, Gladys Gutiérrez, tal como recibiera a los miembros del llamado “Comité de Víctimas de las Guarimbas y el Golpe Continuado”.
“No puedes voltear a un sólo sector, tienes que voltear al ciudadano común que también necesita justicia”, manifestó Frías a El Impulso.
Igualmente, la víctima lamentó que el juicio a los funcionarios acusados por la muerte de su hijo, el 12 de febrero pasado, ni siquiera haya comenzado tras más de cinco meses de espera luego de la audiencia preliminar.
“Ahí hay muchas pruebas que ponen en evidencia la inocencia de Leopoldo López y los muchachos que están presos por los sucesos del 12 de febrero. Yo creo que a ellos eso no les conviene y por eso tienen ese retraso”, opinó Frías.
Sin embargo, “yo tengo fe en que se va a hacer justicia. Dios tarda pero no olvida”, agregó.
La madre del primer joven que cayó muerto el 12F, lo que encendió un conflicto social que duró varios meses, condenó la matriz de opinión que cree han tratado de crear desde el gobierno contra quienes salieron a expresar su descontento.
“Cuando los llaman guarimberos lo hacen ver como lo peor del mundo, y son ciudadanos venezolanos que también cayeron víctimas de la violencia”, afirmó Janeth Frías.
“Mi hijo no era guarimbero. El simplemente fue a marchar como todo ciudadano venezolano porque yo tenía cuatro meses esperando una operación y nunca había insumos. Fue a alzar su voz en protesta por lo que está pasando en este país, pero encontró la muerte por culpa de un Sebin, porque quiso matarlo, porque lo mandaron, por odio o por rabia”, expresó.