Comida, paciencia y una gran dosis de sentido del humor. Esas son las herramientas de trabajo de Pierre Javelle y Akiko Ida, dos fotógrafos profesionales, dos artistas del llamado “maquillaje de alimentos”, creadores de esta serie de divertidos y mágicos escenarios, todos inspirados en el mundo gastronómico
Paisajes comestibles que narran historias cotidianas, que fusionan de forma magistral e impresionante temas como el juego, el ocio, la aventura y el trabajo. Pierre Javelle, de origen francés y Akiko Ida, nacido en Japón son los creadores de esta curiosa y llamativa serie de imágenes en las que aparecen diminutas figuras en un mundo imaginario y delicioso, instantáneas que bien podrían ilustrar algún capítulo de “Los viajes de Gulliver” o cualquier historia de personajes animados.
“Minimian” es el nombre de este trabajo, una combinación del prefijo mini y de la palabra francesa Mian, que significa delicioso. El objetivo central de esta propuesta en el que han dedicado más de doce años es “pasar un buen rato y hacer sonreír a quienes lo vean”, en él, los fotógrafos profesionales han capturado un mundo divertido y en miniatura, con la gastronomía como eje central.
“Los dos fotografiábamos alimentos en nuestro trabajo diario, ambos estábamos bastante locos por cocinar y comer, así que, cuando comenzamos este proyecto fueron surgiendo de manera natural cada una de las historias”, explica Ida.
Las figuras sólo tienen una dimensión de 1,2 cm y, en sus maquetas de figuras humanas, Javelle e Ida crean modelos de miniatura en actividades de la vida cotidiana, en situaciones que cobran vida en medio de frutas, vegetales y todo tipo de comidas. La creativa pareja se conoció estudiando fotografía en la escuela de arte Arts Decorafits de París, en Francia, ambos comparten la pasión de “maquillar alimentos”.
“Esta escala es realmente interesante, te permite trabajar en un lugar muy pequeño”, comenta Javelle. “El tamaño de los modelos es perfecto para crear sorprendentes escenarios con elementos ordinarios“. La serie que empezó a realizarse en el 2002, incluye más de 60 fotos, la primera de ellas tomadas en detalle, mientras que la segunda son imágenes donde utilizaron el zoom de la cámara. Las figuras emleadas en cada escenario fueron compradas en una tienda de pasatiempos. Todas las fotografías están realizadas en estudio, con una meticulosidad y rigor creativo fascinante.