Los uruguayos votan el domingo en la segunda vuelta electoral para elegir al sucesor del presidente José Mujica, en elecciones en las que el oficialista y expresidente Tabaré Vázquez (2005-2010) llega como amplio favorito ante el centroderechista Luis Lacalle Pou.
El triunfalismo del gobernante Frente Amplio (FA), que aspira a conquistar un tercer gobierno consecutivo para la izquierda en este país sudamericano de 3,3 millones de habitantes, era palpable en las calles y llegó incluso hasta el popular Mujica, quien durante su mandato conquistó al mundo con sus discursos a favor de la paz y contra el consumismo, pero sobre todo por impulsar la regulación del mercado de la marihuana.
“Creo que el pueblo uruguayo va a tomar una decisión que está preanunciada por las encuestas”, dijo este domingo a periodistas Mujica, que llega al final de su mandato con una aprobación superior al 60%.
Todas las encuestas vaticinan un triunfo holgado de Vázquez, que obtendría entre 52% y 55% de los votos, sobre el candidato del Partido Nacional (PN) Lacalle Pou, que sumaría entre 37% y 40% de las adhesiones.
“Y espero que el nuevo gobierno por un lado continúe luchando por la equidad social y por otro lado profundice trazos de un nuevo Uruguay que están insinuados pero que hay que continuarlos”, añadió el mandatario.
Desafiando la intensa lluvia, Mujica fue uno de los primeros en votar en su circuito del barrio popular del Cerro (oeste de Montevideo).
Esta vez el mandatario dejó en casa su viejo Volkswagen escarabajo “Fusca” celeste -casi tan famoso como el presidente, al punto que a inicios de mes se supo que un jeque árabe le ofreció un millón de dólares por el viejo automóvil- y llegó a su circuito de votación en un auto oficial.
El presidente adelantó que por la noche irá a la sede del comando de campaña del FA junto a sus ministros para saludar al esperado ganador.
No vender la piel del oso
Otro que madrugó fue Vázquez, para votar poco después de las ocho de la mañana. Con una sonrisa en el rostro, el expresidente llamó el domingo a no festejar por adelantado.
Unos 2,6 millones de uruguayos están habilitados para votar en 6.948 circuitos electorales.
“No quiero vender la piel del oso antes de cazarlo”, dijo a periodistas este oncólogo de 74 años que en su primera presidencia convirtió la lucha contra el tabaco en política de Estado.
Rodeado de simpatizantes y periodistas, el candidato dijo que “ningún gobierno es igual al anterior” y adelantó que si es elegido llamará “a un gran encuentro nacional para los temas que importan a los uruguayos como el económico, sociales, políticos, para entre todos ir diseñando el Uruguay del futuro”.
Defendió además la integración regional y vaticinó una relación “de la mejor manera posible” con la vecina Argentina, con la que estuvo enfrentado durante su presidencia por la instalación de una planta de celulosa en el margen uruguayo de un río compartido.