Tolerancia
“La verdadera paz entre las naciones sólo será posible cuando haya verdadera paz entre las personas.” Lakota Sioux
Debemos comenzar por aplicar aquel principio legal que expresa: “Nadie puede exigir derechos de su propia torpeza”.
Somos muy dados a escurrir el bulto, como se dice popularmente cuando alguien elude una responsabilidad. Buscamos culpables cuando algo sale mal y somos reacios a admitir nuestros propios errores.
Tenemos que llevar con paciencia las opiniones o prácticas de los demás, superando el margen de diferencias entre los diferentes sectores; siendo pacientes y soportando al máximo las adversidades que conllevan las diferencias de criterios pero, sin quebrantar, aceptar o permitir que se transgreda el límite de lo lícito, lo ético o lo moral; tradicional e internacionalmente admitido.
Los problemas generan desafíos y cambios, de nosotros depende cómo reaccionar ante ellos. Es obligatorio valorar acertadamente la importancia que esos problemas tienen y actuar sin permitir que nada nos detenga. No podemos conformarnos con aceptar la adversidad… debemos aprender a crecer en ella.
Nadie ha dicho que es fácil, la situación por la cual atravesamos es realmente exigente, pero también es una oportunidad para fortalecernos material y espiritualmente. Si lo logramos veremos que el aprendizaje ha sido maravilloso en la medida que tengamos éxito en la defensa de nuestros principios y valores. Sería un homenaje a nuestros ancestros, a nuestros maestros y profesores, a todas aquellas personas que colaboraron con la formación moral y cívica que desde lo más profundo de nuestro ser nos lleva preservarla para nuestros seres queridos y nuestra descendencia. La vida no tiene que ser perfecta para ser maravillosa; debemos luchar por nuestros ideales. Es… “la satisfacción del deber cumplido”.
Podemos revertir la adversidad y transformarla en las victorias futuras; tenemos de nuestro lado la verdad y el talento probo, ya llegará el momento de que obre la conjunción de ellos con la decisión de los más notables de hacer realidad lo que tanto soñaron nuestros libertadores cuando fundaron la República… “Una Gran Venezuela”.
Si no hemos podido cambiar nuestro derredor debemos cambiar nuestra actitud, iniciando desde nosotros mismos y desde donde estamos. Cuando estamos en un hueco lo mejor es dejar de cavar y empezar a trepar. Trabajar duro en nuestra actitud y nuestra fe; con verdadero apetito de victoria, Laureano Márquez ha llamado a algunos… “Guardianes de la Esperanza”.
Creo que deberíamos formar una legión de “Guardianes de la Esperanza”, Venezuela dispone de todas las condiciones necesarias para que con voluntad, eficiencia, eficacia y perseverancia podamos salir del injustificable atolladero en el cual hemos caído.
#LaraEsImpulso. Tenemos la obligación de ejercer nuestros derechos, más aún aquellos que, como la libertad de expresión, son irrenunciables, por tanto, debemos defender a… EL IMPULSO”.