Edgar Pérez Greco es el culpable de que el Deportivo Táchira aparezca ahora mismo sin oportunidades de ganar el torneo Apertura. Nativo de San Cristóbal y nieto del fundador de aquel club, “El Flaco” se encargó de clavar la estocada al aurinegro con sus tres goles de la tanda dominical, que le sirvieron al Deportivo Lara para levantar un 0-3 en contra y sumar un punto -agridulce, al fin por ser en casa- en la jornada 14. El resultado final fue un 3-3 que, de cierta manera, dejó sabor a victoria, más allá de que -ahora sí- las escasas posibilidades de título para el conjunto crepuscular se hayan pulverizado.
La alegría -hay que dejarlo claro- es por el hecho de remontar un partido con diferencia tan amplia y frente a un rival de envergadura. Pero la realidad es que, mirando el resultado, sin análisis, es un empate en condición de local que no deja de ser un lunar. Octavo armisticio del elenco rojinegro en el presente semestre, rubro en el que únicamente es superado por Carabobo con nueve.
Pérez Greco ofreció otro recital de calidad, demostración de talento. Vuelve a su nivel tope, aquel que lució hace tres años en la temporada de la estrella, antes de que una enfermedad estomacal lo llevara a bajar el rendimiento.
Condimentos de sobra tuvo su tarde. Marcó triplete y lo hizo ante su exequipo, al que ayudó a ser campeón para luego salir por la puerta de atrás, sin que su aporte fuese valorado como correspondía. Además, encabezó la remontada crepuscular y -enorme detalle- se convirtió en el nuevo goleador histórico del club con 29 dianas, dos más que Rafael Castellín.
“Lo del goleador histórico a mí me llena de mucho orgullo, primero porque fue una institución que me abrió las puertas hace tres años y medio, darme la oportunidad de estar aquí, han pasado muchos técnicos, jugadores, directivos. Le doy gracias a ellos porque aportaron su granito de arena para que yo pudiera alcanzar ese récord, estoy agradecido con la afición que me tienen a mí y a mi familia dentro y fuera de la cancha”, señaló Pérez Greco en nota de prensa, al hablar del logro alcanzado.
“Más allá de que sea Táchira a mí lo que más me llena de orgullo es que pudimos cada uno sacar un partido hacia adelante, no es fácil empatar un 0-3, sabíamos que teníamos un gran rival al frente”, agregó sobre el valor y el peso que le otorga al hecho de rescatar un careo que perdían por tres goles al finalizar los primeros 45 minutos.
Dos puestos abajo
Ahora bien, en lo deportivo fue un salto atrás para el cuadro larense, que bajó del sexto al octavo peldaño y ahora está a ocho puntos del líder Trujillanos (30). Sin posibilidades de pelear por el primer lugar, el objetivo del club local es amarrar la mayor cantidad de puntos posibles en los tres compromisos que le restan del Apertura y terminar dentro de los cinco primeros. Vale recordar que terminar en una buena posición en este semestre puede ayudar para entrar al octogonal del próximo año y luchar por uno de los dos cupos a Copa Sudamericana.
El próximo compromiso es frente al Zulia, al que visita el domingo en el “Pachencho” Romero de la calurosa Maracaibo, con la misión inicial de sumar, pero consciente de que es un rival al que se le puede algo más que un empate.
