El padre Juan González, quien se desempeñó como rector del Colegio San Vicente de Paúl, falleció el pasado sábado a las 8:00 de la noche. El domingo fue velado en el asilo de ancianos San Vicente y ayer lunes, el cortejo fúnebre hizo una parada en la que fuera su casa, donde compartió sus conocimientos y cultivó numerosas amistades.
“El padre Juan fue un gran hombre, un personaje. Especial como ser humano y como cura”, dijo la profesora Regina Kiulkaitis, subdirectora administrativa.
Agregó que llegó a Barquisimeto en 1969. Fue profesor de varias materias. Impartió Artística, Psicología, Latín, entre otras.
“Siempre estaba pendiente de la parte espiritual. Le gustaba la disciplina, trabajar en grupo, fue director de la banda marcial. Fue cambiado al seminario de Sanare, más tarde pasó a Valencia y luego a Caracas. Retorno a Barquisimeto en el año 2006. Tuvimos la buena suerte de volver a trabajar con alguien muy preocupado por su colegio, las relaciones humanas, era un ser muy espiritual y amistoso. A cualquier persona que necesitara su ayuda, él le tendía la mano”.
Kiulkaitis apuntó que el padre Juan cumplía con las prédicas de Cristo, en todo el sentido de la palabra, por lo cual la familia de la institución, comunidad estudiantil, padres y representantes, lamentan muchísimo su pérdida.
González era el representante de los Padres Paúles ante la dirección del colegio.
Como una persona comunicativa recordó el padre Antonio González al rector de la institución.
“Comía poco y trabajaba mucho. Esa era su característica. Muy servicial y trabajador. Era el hombre servidor”, dijo.
Contó que se conocían desde el tercer año de bachillerato.
“Estuvimos en Limpias (España), para la experiencia de Seminario, de ahí pasamos a Madrid a estudiar Filosofía, luego a Salamanca a estudiar Teología. El se fue un año a Londres a estudiar Ingles y posteriormente, lo enviaron a Venezuela. Coincidimos en el Seminario de los Padres Paúles durante un tiempo”.
Irama Aponte, de la décima promoción de bachilleres en Ciencias y Humanidades de 1973, recordó que el año pasado tuvieron la oportunidad de reencontrarse. “El padre Juan ofició la misa y nos hizo recordar los valores que la familia paulista nos cultivó, el amor, la honestidad, la solidaridad, todos esos principios que nos sirvieron a nosotros para la vida. Reunirnos después de 40 años, con el padre Juan, eje central de nuestra vida, sirvió para que siguiéramos reuniéndonos”.
Aponte, quien habló en nombre de todos sus compañeros de promoción, dijo sentirse orgullosa y agradecida de que el padre Juan les haya dado clases, por cobijarlos y entregarles lo mejor de sí.
“Queremos rendirle un homenaje al padre Juan, a la institución y a nuestro patrono, San Vicente de Paúl”.