Uno de los mayores clamores de los habitantes que residen al norte de la ciudad tiene que ver con la ampliación de la intercomunal Barquisimeto-Cují Tamaca, vía que arranca en el puente de San Jacinto.
El día tras día de los usuarios que se trasladan por esa importante arteria vial puede convertirse en un suplicio si por cualquier eventualidad se parte de casa luego de las 6:00 de la mañana.
Así nos lo contó un usuario que reside en Sabana Grande desde hace 17 años.
“Quien salga después de las 6:00 de la mañana pierde, se queda atrapado en la cola”, mencionó Alirio Zapata.
Todos los días Zapata debe madrugar, levantarse a las 4:30 de la mañana y salir antes de las 6:00 a.m., para que ni él, ni su familia lleguen tarde a sus compromisos escolares y laborales. Este es el común denominador de las familias que viven hacia esa populosa localidad.
“A las 6:30 de la mañana la cola es crítica. Cuando hay accidentes o trancas por protestas debemos desviarnos por la carretera vieja de Carorita, la cual está en condiciones medianamente aceptables. Cuando la tranca es total, la única manera de salir es a pie o en moto”, dijo.
De regreso, el congestionamiento vial se produce a partir de las 5:30 de la tarde.
“La cola fluye cuando inspectores de Tránsito la dirigen, esto es inusual”.
El usuario explicó que existen dos tramos en los cuales la cola se convierte en un atolladero; desde Sabana Grande hasta la entrada de la cementera y desde La Cañada hasta Pata e’ Palo. Eventualmente se suscita un escenario similar desde el Polígono de Tiro hasta El Cují.
Este contexto se recrudecería con el establecimiento de la recién inaugurada comunidad Aves de Yucatán, destinada a más de 4.000 habitantes.
De no ampliarse la autopista, el embotellamiento vehicular se acentuaría, esa es una de las preocupaciones de quienes transitan a diario por la intercomunal, además de otras demandas, como el servicio de iluminación a lo largo del corredor.
La ingeniera Carolina Fortoul, presidenta del Instituto de Vialidad del estado Lara (Invilara), sostiene que la ampliación de la Intercomunal Barquisimeto-El Cují surge como uno de los proyectos ideados para descongestionar vehicularmente la zona norte del municipio Iribarren.
“Es una obra factible por la existencia de la vía y la posibilidad de transformarla en una vía expresa con la eliminación de semáforos y mejoras geométricas a la par de la rehabilitación integral de la trama vial”.
Explicó que se trata de aprovechar las vías existentes, al tiempo que se realizan proyectos para la construcción de nuevas vías de acceso que permitan a mediano y largo plazo facilitar el ingreso y salida de vehículos, tanto a las parroquias Cují-Tamaca, como a los municipios Crespo, Urdaneta y el propio estado Yaracuy, cuyos habitantes y productores resultarán beneficiados. “El proyecto realizado desde Invilara ha sido presentado a las comunidades a través de las asambleas ciudadanas y las Unidades de Gestión Progresistas. Fue discutido en el Consejo Estadal de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas, donde fue aprobado por los miembros presentes y en sesión presidida por el Gobernador Henri Falcón”.
Fortoul agregó que el impacto social de la obra supera los 700.000 habitantes. “Se trata de una vía que comunica municipios y estados vecinos, y de una zona con un crecimiento poblacional inmediato de más de 22.000 personas-familias que se sumarán luego de la entrega de viviendas (Gran Misión Vivienda Venezuela)”.
La idea, prosiguió, no es sólo otorgar un espacio para vivir, sino garantizar los servicios y en este caso, algo vital como el acceso y la transitabilidad que está completamente colapsada.
El proyecto se iniciaría a más tardar el primer trimestre de 2015, para un lapso de ejecución de aproximadamente 11 meses, dependiendo de los insumos y los factores que puedan influir en la ejecución de la obra. “Hemos demostrado, pese a las circunstancias, que todas las obras propuestas se cumplen tal como lo planificamos y comunicamos siempre”.
