El británico Lewis Hamilton (Mercedes) se convirtió este domingo en campeón del mundo de Fórmula 1, por segunda vez tras 2008, al ganar el Gran Premio de Abu Dabi, mientras que su rival por el título, su compañero alemán Nico Rosberg, terminó 14º.
Pese a partir el primero, Rosberg se vio superado por Hamilton antes de la primera curva, ya que el británico tuvo una mejor salida. Después, en la vuelta 24, Rosberg empezó a perder potencia en su motor, dejando que Hamilton se escapara.
El alemán siguió perdiendo posiciones, pero consiguió acabar una carrera ganada por su compañero y rival por delante del brasileño Felipe Massa, segundo con su Williams.
Gracias a esta 11ª victoria en las 19 carreras de esta temporada, Hamilton termina el curso con 67 puntos de ventaja sobre Rosberg, gracias a que la última prueba del año repartía el doble de unidades por primera vez desde que se creara el Mundial en 1950.
El podio de este domingo lo completó el otro Williams, el del finlandés Valtteri Bottas. La escudería británica terminó tercera en el Mundial de constructores tras Mercedes y Red Bull.
«Es verdaderamente el día más bonito de mi vida», afirmó Hamilton en el podio, ante la mirada emocionada de su novia Nicole Scherzinger, excantante de Pussycat Dolls.
«Jamás pensé que esta temporada sería tan difícil. Había mucha presión este fin de semana y no he dormido en toda la noche. Esta mañana me fui a correr y después a dar un masaje. Temía llegar demasiado cansado a la salida», confesó el nuevo doble campeón del mundo en rueda de prensa.
Campeón con las mismas armas
La situación que deseaba evitar Toto Wolff, máximo responsable deportivo de Mercedes, se produjo y el duelo entre sus dos pilotos, que se ha extendido a lo largo de todo el campeonato, no pudo durar hasta el final. Para que Rosberg pudiera ser campeón del mundo, tenía que ganar y que Hamilton no fuera segundo.
Aunque, a partir de la segunda mitad de la carrera, la cabalgada de Hamilton no se vio entorpecida por ningún imprevisto, todo lo contrario que su rival.
Al final del año, ambos pilotos de las Flechas de Plata terminaron con el mismo número de averías a lo largo del curso, tres cada uno, lo que legitima un poco más este segundo título de Hamilton, que ha dispuesto de las mismas armas que Rosberg.
El alemán acosado por los problemas mecánicos en esta última carrera se negó a retirarse cuando ya estaba todo perdido a falta de dos vueltas para el final.
«Me gustaría llegar hasta el final», aseguró un compungido Rosberg, consciente de que el desenlace de la carrera le iba a ser contrario.
En un gesto de deportividad, el alemán se dirigió a la sala de espera del podio para abrazar y felicitar a Hamilton, algo que dice mucho de su rivalidad, que ha vivido momentos de tensión a lo largo del año.
Entre los campeones del mundo en activo, Hamilton se une en los libros de historia al español Fernando Alonso, coronado en 2005 y 2006 con Renault, aunque todavía está dos títulos por detrás del alemán Sebastian Vettel, 8º en Abu Dabi, justo por delante de Alonso (9º), y que había ganado los últimos cuatro mundiales.
Hamilton es el cuarto piloto británico en ganar más de un Mundial, sumándose a Jackie Stewart, Jim Clark y Graham Hill.
Entre los pilotos latinos, destacó la séptima plaza del mexicano Sergio Pérez, que tras confirmar el sábado su continuidad en Force India ha terminado su primera campaña con dicha escudería 12º de la clasificación general con 53 puntos.
Mientras que el venezolano Pastor Maldonado, tuvo que retirarse tras incendiarse el motor de su Lotus, terminando el Mundial en 16ª posición con dos puntos.
El otro mexicano, Estaban Gutiérrez (Sauber), fue 15º en la última carrera y cierra el año sin sumar un solo punto, en vigésima posición en la general.