La guerrilla de las FARC condicionó el domingo la liberación de cinco retenidos, entre ellos la del general del ejército Rubén Darío Alzate, a la suspensión de operativos militares en una región del Pacífico colombiano.
Las liberaciones —que según previó en la víspera el presidente Juan Manuel Santos, se registrarían en el transcurso de la semana— serían «improbables» en caso de continuar «los desembarcos de tropas, bombardeos y sobrevuelos» de la fuerza pública en las zonas cercanas al río Atrato, al oeste colombiano, advirtió en un comunicado la delegación negociadora de las FARC en La Habana.
Los rebeldes aseguraron que si la región, especialmente selvática, es despejada por los militares para el aterrizaje de los helicópteros de la misión humanitaria —encabezada por el Comité Internacional de la Cruz Roja— liberarán el próximo martes a dos soldados retenidos hace dos semanas en medio de combates en Arauca, al este colombiano.
El sábado, el presidente Santos aseguró tener las coordenadas para las liberaciones y dijo haber dado «instrucciones para facilitar» el operativo.
Alzate, un suboficial y una abogada quedaron en poder de las FARC hace una semana en el departamento de Chocó, en el oeste colombiano. No está claro aún qué estaba haciendo el general en esa peligrosa zona sin su personal de seguridad. Varios legisladores han dicho que, apenas sea liberado, Alzate deberá dar explicaciones al Congreso.
La retención de Alzate llevó a que Santos suspendiera temporalmente el proceso de paz que desde fines de 2012 su gobierno realiza en Cuba con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El jefe de Estado ha dicho que la negociación se reanudará una vez sea liberado el oficial.