Hace tres años fue abierto el Ministerio de Asuntos Penitenciarios, con la intención de reformar el sistema y acabar con los retardos procesales a través de algunos programas y ayudar con la reinserción de los privados de libertad. En ese entonces había un total de 38 mil reclusos en el país y ahora existen 52 mil, y a pesar de todos los esfuerzos que ha hecho el Estado para reorganizar, aún persisten los problemas, destacó Humberto Prado, director del Observatorio Nacional de Prisiones.
“En todo este proceso, han cerrado más cárceles que ordenado las que están. El problema del hacinamiento es uno de los más grandes: alcanza el 200%”, señaló Prado.
Además se conoció que en la mayoría de las cárceles del país se registran denuncias por malos tratos, humillaciones hacia los familiares, mala alimentación y ahora quieren que sean los familiares quienes costeen los uniformes y sumado a esto los tienen aislados, incomunicados de sus seres queridos, pues a muchos le limitan la visita y los dejan llamar por teléfono una vez al mes. Así mismo son sometidos a horas de régimen cerrado, sin tomar en cuenta la edad, sexo y condición de salud del privado o privada de libertad.
El director del Observatorio Nacional de Prisiones indica que aun cuando ejecuten programas para acabar con la presencia de armas en la población penal, siguen muriendo internos, ahora por golpizas de los funcionarios y hasta por los mismos directores de los penales, así mismo por enfermedades, que no son atendidas dentro del centro penitenciario.
Señala que en cuanto a las denuncias de los malos tratos no les está importando si son presos políticos, funcionarios privados de libertad o personas imputadas por delitos comunes. No están mirando a quién castigan.
Sobre Uribana, ayer se llevó a cabo la visita, aunque la situación está un poco tensa, pues saben que en cualquier momento se meten a golpearlos. Algunos custodios se encuentran incomunicados para que no denuncien los atropellos a los cuales también están sometidos por parte del nuevo director.