Después del escándalo del llamado “sacudón” por fin Nicolás Maduro concretó los cambios en el Gabinete de Gobierno. Se trata solo de un pax deu, movimiento de bailarina, donde los enchufados cambian de posición.
Lo único importante del giro sobre los goznes del capricho de un Maduro que luce desorientado, fue la salida de Rafael Ramírez de Pdvsa y Energía y Petróleo, pasado a Relaciones Exteriores; el nuevo canciller sustituye a Elías Jaua, quien va al de comunas. El antiguo “zar” de las finanzas pasará mas tiempo en el exterior buscando dineros fresco, tranquilizando a los inquietos chinos y rusos; quienes se habían acostumbrado a tratar con este magnate.
El movimiento de cangrejo implementado por Nicolás Maduro busca de asegurarse nuevamente del control de la Asamblea Nacional, ante un posible triunfo de la Alternativa Democrática, y con ello echar por tierra la instauración definitiva de la dictadura militarista cubana.
Para la oposición un triunfo en las parlamentarias de 2015, puede abrir paso a Reformas y Cambios como: Recortarle el periodo del Presidente, producir cambios en el Poder Moral y la composición del Tribunal Supremo de Justicia: verdadero Politburó del antiguo PCUS de la era de Stalin.
Nicolás Maduro y Raúl Castro, no tienen ningún interés en resolver los graves problemas que carcomen a la sociedad venezolana: desabastecimiento, alza desmedida de precios, ofensiva de los malandros contra una población inerme. Solo les interesa conservar el modelo autoritario a cualquier precio, aunque tengan que ceder más espacio al Estamento Militar, cada vez mas ávido por los negocios que hacen a expensas del Estado: contrabando de extracción de alimentos, gasolina, y el dispendio de dólares a sus adláteres.
Con una oposición que sólo piensa en las elecciones parlamentarias, en repartos de cuotas burocráticas, Nicolás Maduro tiene la vista puesta en el sistema electoral venezolano, fraudulento y parcializado a favor del régimen. Con Elías Jaua y su brazo ejecutor el Centro Internacional Francisco de Miranda, se moverán por todo el país ofreciendo milagros, usando para ello los recursos del Estado a manos llenas, creando una pompa de jabón, aunque volvamos a endeudarnos, dejando para después los correctivos económicos que pueden acabar el sistema colectivista cubano de Orlando Borrego.