Cientos de personas y varios políticos demócratas se reunieron el sábado en Chicago para animar a la población inmigrante de Illinois para que se registre con el gobierno federal, acogiéndose a la acción ejecutiva del presidente Barack Obama sobre inmigración.
La medida de Obama ofrecerá protección contra deportación y el derecho a trabajar a unos 4,1 millones de padres de ciudadanos estadounidenses y residentes legales permanentes que han vivido en Estados Unidos durante al menos cinco años.
El congresista Luis Gutiérrez desafió el sábado a los inmigrantes que viven en Chicago a «dar el estándar» para el registro, en el marco de la nueva acción.
El senador Dick Durbin hizo eco de Gutiérrez y dijo que la acción del presidente, aunque es histórica, no es suficiente. Sostuvo que se necesita una reforma migratoria integral.
La Coalición por los Derechos de Inmigrantes y los Refugiados de Illinois organizó la reunión en la secundaria Benito Juárez de Chicago.
El gobernador de Illinois, Pat Quinn, asistió a la manifestación, pero no habló.