La llegada de Noel Sanvicente al timón de la Vinotinto levantaba enormes expectativas. Era el “candidato del pueblo” y llegaba precedido por sus inobjetables resultados con los clubes que ha dirigido en el balompié profesional criollo.
Pero el inicio del ciclo, lejos de lo que se esperaba, ha sido gris, de pocos puntos positivos y con un montón de detalles por corregir.
Los cuatro partidos dirigidos por el guayanés se cuentan por derrotas, incluyendo el 3-0 frente a Japón, que en cancha finalizó 2-2, pero fue resuelto en la mesa por la FIFA por la alineación indebida de Salomón Rondón, cuando venía de recibir una roja. Claro que, para ser justos, debe decirse que el nivel y la jerarquía de los rivales enfrentados es elevada.
Tres mundialistas (Corea, Japón y Chile), además de Bolivia en la siempre exigente altura de La Paz. Y a eso es prudente recordar que pilares como Tomás Rincón y Fernando Amorebieta, quizás los dos jugadores que más seguridad imponen y transmiten de media cancha para atrás, estuvieron ausentes. Pareciera exagerado, pero son jugadores que no tienen sustitutos.
El hecho de enfrentar a elencos de envergadura llevó a la tropa nacional a dejar expuestas serias fallas en el sistema defensivo, el punto oscuro en la etapa de Sanvicente. Es evidente que hay zonas donde es necesario iniciar el proceso de relevo. El lateral izquierdo siempre ha sido un dolor de cabeza para los seleccionadores nacionales y parece haber llegado la hora de probar con otros jugadores, como acaba de ocurrió con la zaga central y la decisión de Sanvicente de darle la titularidad al joven Wilker Ángel en lugar de Grenddy Perozo.
Las fallas en la marca y una pasividad incomprensible lo que desluce en la Vinotinto de Sanvicente, que, en contraparte, ha tenido como gran hallazgo y punto alto la titularidad de Mario Rondón como especie de alero por la derecha. No hay dudas que ha sido el más regular en estas cuatro presentaciones de 2014. No se prenden las alarmas todavía, pero las correcciones son urgentes, si es que se quiere tener un papel decente en la Copa América de Chile 2015.
