La ética tiene por objeto de estudio la observación de la moral y de las obligaciones de la persona; estimando que estas normas morales deben estar presentes en cada profesional y más aún en el psicólogo, es fundamental que éste tenga unas bases sólidas en cuanto al profesionalismo a la hora de practicar un examen forense, que no sólo dará a conocer el resultado de un estudio efectuado a un individuo. También será un punto de apoyo a la hora de tomar una decisión judicial, por parte de los administradores de justicia, si así fuera el caso.
Hay que tener en cuenta que un peritaje enmarcado dentro del ámbito legal debe constituir un acto ético; ya que esta práctica se puede dar por el cumplimiento del deber (aspecto legal), porque la norma así lo establece o por obligación institucional irracional (costumbre) y se deja a un lado la importancia de esta actividad, descuidando su valor y la relación o compromiso profesional
que debe poseer el psicólogo perito.
Una pericia psicológica o una experticia es un estudio profundo de la personalidad de un sujeto determinado, el cual se realiza en el contexto de un proceso judicial a petición de alguna de las partes con la finalidad de esclarecer y explicar cuestiones inherentes a los aspectos psicológicos de esta persona; plasmando su objetivo en las conclusiones de la experticia, que es suscrita por el profesional de la Psicología con la finalidad de brindar una orientación.
Se estima que el proceso de análisis psicológico de un individuo, sólo puede ser realizado por un profesional de esta rama, es decir, un experto en la materia, que debe acreditar su conocimiento para poder efectuar el complejo proceso de razonamiento, implementando las técnicas de exploración psicológica más adecuadas para el sujeto de estudio; en definitiva, se trata de una conclusión diagnóstica científicamente alcanzada que tiene como fin el árbitro judicial, quien hará su lectura y comprensión para la posterior toma de una decisión como ya se mencionó.
En el desarrollo del estudio psicológico, se debe garantizar el respeto a los Derechos Fundamentales, sobre todo en lo que respecta a la dignidad, solidaridad y buscando siempre la solución o restablecimiento adecuado a la
afectación psíquica del individuo si fuera el caso; no cabe la posibilidad de aplicar un estudio que exceda el ámbito de la psicología.
Finalmente se estima conveniente que se debe expresar y mostrar sólidas bases en las conclusiones que el perito expone, a objeto de obtener un peritaje de altura, con profesionalismo, ético, de gran valor, irrefutable y contundente en el marco jurídico, que den muestras de la buena fe del profesional y que a su vez esté encuadrado en un análisis científico, que pueda permitir una corroboración factible y que esté fundado sobre la base de la neutralidad del profesional.
Yonniel Fernández González
