Amas de casa subsisten entre el trueque y las colas

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“Si no busco los productos regulados no me alcanza el dinero”. Esta fue la expresión de un padre de familia que devenga sueldo mínimo, y aunque sólo vive con su esposa y un hijo, considera que ante la actual situación lo justo sería devengar tres sueldos mínimos.

Al consultar a los ciudadanos que se forman en las colas de los abastos de la red pública y privada, sobre las medidas que han adoptado, a fin de que el dinero les alcance para mantener a su familia, surgen respuestas, aunque creativas, desconsoladoras.

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Es el caso de Ana Jacinta Peralta, quien, a las 7:00 de la mañana de ayer, acudió a una famosa cadena de supermercados al este de la ciudad, porque le dijeron que venderían leche en polvo. Esperó varias horas en la fila para que despacharan el producto. No obstante, este se terminó antes de que ella pudiera tomar una bolsa de un kilo.
Al consultarle cuáles medidas ha tomado ante la escasez del producto, refirió que en su casa han dejado de tomar café con leche, puesto que la prioridad es su nieta de cuatro años de edad. Reconoce que ha comprado el producto a “bachaqueros”, pero ante el elevado costo, prefieren utilizarla cuando es estrictamente necesaria.

Otras personas como Nelson Soto, quien fue consultado en un abasto al centro de la ciudad, comentan que en sus casas han prescindido de productos de charcutería por su elevado costo.

Ante el precio de jamón, algunos se han decantado por comprar boloña de pollo y/o mortadela.

Administradoras del hogar

La mayoría de las amas de casa consultadas dijeron que ante la escasez de productos, y el elevado costo de la cesta básica, se han convertido en “administradoras”, en sus hogares. Pero no de los ingresos económicos, sino de productos como: jabón en polvo, leche en polvo, aceite y café.

Así lo comentó Ninfa Gámez, quien señaló que antes de la desaparición del jabón en polvo cada miembro de su familia era responsable de lavar su propia ropa. Pero ahora, es ella quien lo hace, a fin de administrar el producto y hacer el mejor uso posible.

Comentó que “vive de cola en cola” y aplica al “trueque” con sus conocidos, es decir, que si ella tienen un producto que otra persona necesita, no lo vende ni regala, sino que intercambia por algo que también requiera en su hogar.
Señaló que el producto más difícil de intercambiar son los pañales desechables para niños.

Pistoleros en la cola

Gámez relató que antes de salir de su casa se encomienda a Dios, para encontrar los productos y regresar sana y salva a su casa, ya que en dos ocasiones, mientras ha hecho la cola, ha visto cómo unos pistoleros en moto se colocan al principio y, mientras apuntan con las armas de fuego, le indican a las personas que ellos y otro grupo de personas que luego de suman al hecho, serán los primeros en comprar.

Refirió que en estos casos ha preferido retirarse del lugar y regresar a su casa con las manos vacía

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