Dos años después del comienzo de las negociaciones de paz, tanto las FARC como el gobierno tienen poco que celebrar en medio del momento más crítico desde el inicio a las conversaciones.
Por primera vez en 24 meses las conversaciones se encuentran «suspendidas» por decisión del presidente Juan Manuel Santos, que ordenó a su equipo negociador no viajar a La Habana para seguir con el proceso de paz hasta que las FARC liberen al general activo del ejército Rubén Darío Alzate y a dos personas más secuestradas el domingo.
Autoridades colombianas expresaron el miércoles su confianza porque Alzate pueda ser liberado o por la vía militar o por la humanitaria, en tanto que anunciaron una recompensa de unos 46.340 por información que permita dar con su ubicación en las selvas del oeste del país.
Las labores militares continúan en el departamento de Chocó, donde hace tres días fue secuestrado Alzate, quien iba en compañía de un suboficial y de una abogada.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, explicó desde Chocó a los periodistas que desde el domingo uno de sus viceministros se puso en contacto con el Comité Internacional de la Cruz Roja para eventualmente conseguir la liberación por la vía humanitaria.
En tanto, el presidente Juan Manuel Santos dijo en la jornada que espera que se solucione lo más pronto posible la interrupción del diálogo y pidió a los países garantes del proceso –Cuba, Noruega, Venezuela y Chile– intervengan para solucionar el problema.
A primera hora, en La Habana, las FARC consideraron insensato continuar los choques armados cuando han avanzado las negociaciones de paz que mantienen con el gobierno colombiano desde 2012, por lo que insistió en un bilateral del fuego.
«Con este balance altamente favorable a la salida política del conflicto y sobre todo teniendo en nuestras manos los acuerdos parciales… debemos decir que no es sensato que continuemos matándonos en una confrontación», dijo Iván Márquez al leer un comunicado de la organización en La Habana, al cumplirse dos años del inicio del diálogo de paz.
Las conversaciones atraviesan la peor crisis desde sus inicios y se encuentran suspendidas luego de que Santos ordenó a su delegación negociadora permanecer en Colombia hasta tanto las FARC liberen al general Alzate, el militar de más alto rango que haya secuestrado el grupo rebelde.
Márquez, cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango, sostuvo que la suerte de Alzate está en manos del gobierno de su país y la máxima dirigencia guerrillera. «El secretariado de las FARC asume a través de su comandante este asunto».
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia son dirigidas por el secretariado al frente del cual se encuentra «Timoleón Jiménez» o «Timochenko», cuyo nombre verdadero es Rodrigo Londoño Echeverry.
Al ser interrogado sobre si había contactos entre las FARC y el gobierno para la liberación del general, Márquez respondió que «nosotros no tenemos conocimiento de eso. Es posible que se estén dando en otros lugares, en otras instancias» e insistió en que es el secretariado y su máximo comandante quienes deben tener un acercamiento con el gobierno de Santos.
Paola Holguín, senadora del opositor Centro Democrático, confirmó a la AP que el secuestro de Alzate no ha sido una excepción durante estos dos años en los que se han mantenido las hostilidades.
Tanto el gobierno de Santos como la guerrilla de las FARC aceptaron negociar al margen de lo que ocurriera en el campo de batalla. Desde que se iniciaron las conversaciones de paz, la guerrilla ha realizado 805 atentados a infraestructuras y pueblos, con 326 civiles heridos, 104 civiles muertos, 640 militares y policías asesinados y otros 705 heridos.
Paralelamente, el optimismo de los colombianos respecto del proceso de paz descendió en los últimos meses.
El 53% de las personas consultadas se declaró optimista de que el gobierno y las FARC lleguen a un acuerdo. Este clima favorable bajó 10 puntos en los últimos seis meses, cuando el nivel de optimismo rondaba el 63%. Adicionalmente, el pesimismo de los colombianos de que las negociaciones lleguen a buen puerto subió nueve puntos, al pasar del 33% al 42%, según una encuesta de Ipsos Napoleón Franco publicada en la revista Semana el domingo.
La muestra realizada entre el 7 y el 10 de noviembre abarcó a 1.009 personas en las principales ciudades del país. El margen de error fue de tres puntos.
Hasta la fecha las partes llegaron a acuerdos parciales en tres puntos de una agenda preestablecida de seis: el problema de la tierra, la participación política y el combate al narcotráfico. Actualmente los delegados debatían sobre el resarcimiento a las víctimas.
«No es admisible que quien declare la guerra sin cuartel en medio de ella pretenda que no se toque a sus soldados y generales», expresó el comunicado de los rebeldes leído por Márquez en relación a la retención de Alzate, que el domingo fue capturado junto con otras personas por un retén de los guerrilleros cuando navegaba un río, en ropa de civil y sin custodia.
Márquez también informó que los garantes le expresaron su «preocupación» por la suspensión del diálogo, pero no ofreció detalles en este sentido.
Colombia: proceso de paz, en cuidados intensivos
Dos años después del comienzo de las negociaciones de paz, tanto las FARC como el gobierno tienen poco que celebrar en medio del momento más crítico desde el inicio a las conversaciones.
Por primera vez en 24 meses las conversaciones se encuentran «suspendidas» por decisión del presidente Juan Manuel Santos, que ordenó a su equipo negociador no viajar a La Habana para seguir con el proceso de paz hasta que las FARC liberen al general activo del ejército Rubén Darío Alzate y a dos personas más secuestradas el domingo.
Autoridades colombianas expresaron el miércoles su confianza porque Alzate pueda ser liberado o por la vía militar o por la humanitaria, en tanto que anunciaron una recompensa de unos 46.340 por información que permita dar con su ubicación en las selvas del oeste del país.
Las labores militares continúan en el departamento de Chocó, donde hace tres días fue secuestrado Alzate, quien iba en compañía de un suboficial y de una abogada.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, explicó desde Chocó a los periodistas que desde el domingo uno de sus viceministros se puso en contacto con el Comité Internacional de la Cruz Roja para eventualmente conseguir la liberación por la vía humanitaria.
En tanto, el presidente Juan Manuel Santos dijo en la jornada que espera que se solucione lo más pronto posible la interrupción del diálogo y pidió a los países garantes del proceso –Cuba, Noruega, Venezuela y Chile– intervengan para solucionar el problema.
A primera hora, en La Habana, las FARC consideraron insensato continuar los choques armados cuando han avanzado las negociaciones de paz que mantienen con el gobierno colombiano desde 2012, por lo que insistió en un bilateral del fuego.
«Con este balance altamente favorable a la salida política del conflicto y sobre todo teniendo en nuestras manos los acuerdos parciales… debemos decir que no es sensato que continuemos matándonos en una confrontación», dijo Iván Márquez al leer un comunicado de la organización en La Habana, al cumplirse dos años del inicio del diálogo de paz.
Las conversaciones atraviesan la peor crisis desde sus inicios y se encuentran suspendidas luego de que Santos ordenó a su delegación negociadora permanecer en Colombia hasta tanto las FARC liberen al general Alzate, el militar de más alto rango que haya secuestrado el grupo rebelde.
Márquez, cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango, sostuvo que la suerte de Alzate está en manos del gobierno de su país y la máxima dirigencia guerrillera. «El secretariado de las FARC asume a través de su comandante este asunto».
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia son dirigidas por el secretariado al frente del cual se encuentra «Timoleón Jiménez» o «Timochenko», cuyo nombre verdadero es Rodrigo Londoño Echeverry.
Al ser interrogado sobre si había contactos entre las FARC y el gobierno para la liberación del general, Márquez respondió que «nosotros no tenemos conocimiento de eso. Es posible que se estén dando en otros lugares, en otras instancias» e insistió en que es el secretariado y su máximo comandante quienes deben tener un acercamiento con el gobierno de Santos.
Paola Holguín, senadora del opositor Centro Democrático, confirmó a la AP que el secuestro de Alzate no ha sido una excepción durante estos dos años en los que se han mantenido las hostilidades.
Tanto el gobierno de Santos como la guerrilla de las FARC aceptaron negociar al margen de lo que ocurriera en el campo de batalla. Desde que se iniciaron las conversaciones de paz, la guerrilla ha realizado 805 atentados a infraestructuras y pueblos, con 326 civiles heridos, 104 civiles muertos, 640 militares y policías asesinados y otros 705 heridos.
Paralelamente, el optimismo de los colombianos respecto del proceso de paz descendió en los últimos meses.
El 53% de las personas consultadas se declaró optimista de que el gobierno y las FARC lleguen a un acuerdo. Este clima favorable bajó 10 puntos en los últimos seis meses, cuando el nivel de optimismo rondaba el 63%. Adicionalmente, el pesimismo de los colombianos de que las negociaciones lleguen a buen puerto subió nueve puntos, al pasar del 33% al 42%, según una encuesta de Ipsos Napoleón Franco publicada en la revista Semana el domingo.
La muestra realizada entre el 7 y el 10 de noviembre abarcó a 1.009 personas en las principales ciudades del país. El margen de error fue de tres puntos.
Hasta la fecha las partes llegaron a acuerdos parciales en tres puntos de una agenda preestablecida de seis: el problema de la tierra, la participación política y el combate al narcotráfico. Actualmente los delegados debatían sobre el resarcimiento a las víctimas.
«No es admisible que quien declare la guerra sin cuartel en medio de ella pretenda que no se toque a sus soldados y generales», expresó el comunicado de los rebeldes leído por Márquez en relación a la retención de Alzate, que el domingo fue capturado junto con otras personas por un retén de los guerrilleros cuando navegaba un río, en ropa de civil y sin custodia.
Márquez también informó que los garantes le expresaron su «preocupación» por la suspensión del diálogo, pero no ofreció detalles en este sentido.
