Este fin de semana, en la entidad larense, se registraron nueve homicidios, de los cuales seis se cometieron en el municipio Iribarren, específicamente entre las zonas oeste, centro y este; otras dos bajas fueron en Palavecino y uno en Jiménez.
Las armas de fuego prevalecieron en los crímenes. En dos de las muertes se usaron armas blancas y una de las víctimas fatales fue golpeado brutalmente y estrangulado.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), están trabajando en los casos. No han establecido el móvil en el caso del crimen del abogado y del profesor asesinado dentro de su apartamento, aunque se conoció por sus seres queridos que del inmueble fueron sustraídas algunas pertenencias, a pesar de que la puerta no fue forzada, por lo cual presumen los investigadores que el asesino pudo ser una persona conocida para Víctor Alfredo Vargas, de 63 años de edad.
En cifras, ocurrieron tres hechos sangrientos el día viernes; cuatro el sábado y dos el domingo.
Jaiker Alexander Lameda Meléndez, de 18 años de edad, conocido como Pequita, fue asesinado a las ocho de la noche del domingo, cuando se encontraba por el barrio Santo Domingo. Según la versión que dio Ana Isabel Meléndez, madre de la víctima fatal, es que le dispararon para robarle su motocicleta y fue trasladado aún con vida hasta el Seguro Juan Daza Pereira, mejor conocido como Seguro de la 50, pero no soportó las heridas causadas por el paso de los proyectiles y falleció.
Trascendió que la madre en la sede del Eje de Homicidio cambió su versión con respecto a la motocicleta e indicó que desconocía en qué andaba su muchacho. Simplemente le avisaron que estaba herido. La víctima presentó una falta por porte ilícito que lo llevó a estar recluido unos días en el retén El Manzano.
La víctima fatal residía en la calle 56 con avenida San Vicente al oeste de la ciudad. Era el mayor de tres hermanos y hasta ahora se desconoce quiénes pudieron quitarle la vida.
La última víctima del fin de semana fue José Regino Rivero Mendoza, de 43 años de edad, ultimado en el sector San Rafael, de La Ermita de Quíbor, municipio Jiménez. Sus familiares no sabían qué sucedió. Iba pasando y fue interceptado por unos delincuentes. No tenía antecedentes.