El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que “la aceleración de mensajes de apoyo y subsidio a la población es un anticipo de la crisis que se espera y de las medidas que habrá que tomar”.
Así lo dio a conocer a través de su cuenta en la red social Twitter, @luisvicenteleon, cuando escribió: “No hay ninguna posibilidad de salir ilesos de una caída severa de los precios del petróleo para la que el país no estaba preparado”.
Asimismo, indicó que en el medio de los procesos de ajuste que “tendrán que tomarse, la ruta de resaltar las compensaciones y subsidios internos es racional. La experiencia indica que los mayores problemas de un ajuste provienen de la implementación sin suficiente soporte y compensación social“.
“Los anuncios iniciales del Presidente se concentran en la compensación. Pero el corazón del problema ahora está en lo que hay que ajustar. El déficit fiscal es enorme y tiende a empeorar. El Gobierno requiere aumentar ingresos y reducir gastos. El ajuste es inevitable“, agregó al tiempo que recalcó que el Ejecutivo “tiene dos opciones: el ajuste encubierto o la radicalización. Los dos tendrán costos, pero en el primero son pasajeros”.
Sostuvo que “el ajuste en el precio de la gasolina es una pata del pentágono de ajuste encubierto. Y es una buena noticia que se dé por descontada. Quiero decir que se dé por un hecho el aumento de la gasolina, es una buena noticia en términos del ajuste que se espera“.
“Las modificaciones en el sistema cambiario, generales y para el sector petrolero, también vendrán, aunque con menos anuncios. Toda la estrategia económica de control de daños privilegiara las estrategia de compensación social y las misiones. Es lo políticamente racional”, expresó.
El economista enfatizó que el éxito de cualquier “ajuste dependerá de la capacidad de reestimular al sector privado para asumir el reto de producción. La Ley que intenta simplificar los tramites es también una buena noticia, pero chocará contra los intereses de las mafias que viven de ellos. En Venezuela se vuelve a demostrar una máxima mundial: sin empresa privada… no hay paraíso”.