Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia admitieron el martes que tienen en su poder al general del ejército Rubén Alzate, cuya retención hizo que el presidente Juan Manuel Santos suspendiera las conversaciones de paz con el grupo rebelde.
«Unidades guerrilleras pertenecientes al Bloque Iván Ríos de las FARC-EP, en ejercicio de sus tareas de seguridad, interceptaron, en uno de los retenes móviles que mantienen a orillas del río Atrato, el bote en que se trasladaba el señor Brigadier General del Ejército Nacional, en servicio activo», expresó un comunicado difundido por los rebeldes.
El escrito aseguró que se respetará «la vida e integridad física y moral» de los prisioneros, pero que se subordinarán a lo que dicten los superiores guerrilleros.
Alzate fue capturado junto a una mujer y otros soldados el domingo.
Las conversaciones entre los rebeldes y el gobierno de Santos comenzaron a fines de 2012 y a la fecha las partes llegaron a acuerdos parciales en tres puntos de una agenda preestablecida de seis: el problema de la tierra, la participación política y el combate al narcotráfico.
Actualmente los representantes negociaban el resarcimiento a las víctimas del conflicto.
Tras la retención de Alzate Santos ordenó a sus representantes en las negociaciones de paz que no viajaran a Cuba para retomar las conversaciones, en receso desde el mes pasado en una de sus pausas habituales.
El mandatario también pidió que se informe por qué Alzate infringió las normas castrenses y viajó a la peligrosa zona vestido de civil y sin guardaespaldas.