Este lunes la desesperación en gran parte de la parroquia Agua Viva y varios sectores de la parroquia Cabudare del municipio Palavecino, se hizo sentir en las redes sociales y con mensajes a diferentes programas de opinión, en donde afectados por una falla de servicio de agua potable, se quejaban de la negligencia de la empresa hidrológica regional.
Un aproximado de siete mil habitantes se vieron afectados por la larga interrupción de agua generada por una ruptura en el sector Vallecito de la parroquia Agua Viva, según el concejal Daniel Orellana, presidente de la Comisión de Servicios Públicos del ayuntamiento, información confirmada, más tarde, por Manuel Faría, representante de una operadora de Hidrolara, a través del programa radial La Entrevista con Tony Bujana.
EL IMPULSO intentó, en reiteradas oportunidades, contactar a voceros de la hidrológica a través de varios medios sin éxito, pese a que por Twitter, Hidrolara respondió a varias inquietudes.
En uno de los mensajes, la hidrológica expuso que el personal se encontraba en el sitio de la filtración “que causa la falla de servicio”.
En otro apunta que: “Durante el fin de semana trabajamos continuamente para subsanar la falla”.
Y en los dos últimos tuit. Hidrolara afirma que “Componentes necesarios para la reparación de la filtración escasean en la región. No escapamos de la realidad del país”; y “el componente faltante para la reparación fue adquirido y en estos momentos es llevado al sitio para culminar los trabajos”.
A las cuatro habría agua
Faría sostuvo en el programa radial que habría conseguido las piezas faltante dentro del país y que para las cuatro de la tarde de ayer lunes, se restablecería el servicio en las parroquias Agua Viva y Cabudare.
Por su parte, el edil Orellana, detalló que a la cinco de la tarde, Hidrolara notificó una falla en la tubería matriz de 10 pulgadas, a nivel de la comunidad San Miguel Arcángel, en Vallecito, registró filtración, por lo que imperó apagarse los pozos 1, 2, 3 y 4.
“Esos pozos se mantuvieron fuera de servicio hasta las seis de la tarde del sábado hora cuando culminó la reparación, pero lamentablemente cuando se restituyó el servicio, por razones de presión, reventó otra parte del acueducto aguas abajo”, expresó.
Agregó que para subsanar la situación, era necesario cambiar codos de 45 grados de 10 pulgadas, así como unas juntas dresser inexistentes en depósito y el mercado.
