Ayer la tristeza embargaba a los familiares del coronel (r) de la Guardia Nacional Bolivariana, Eduardo Emiro Nieves Hernández, de 72 años, quien murió la noche del sábado cerca del aeropuerto de Barquisimeto, cuando recién llegaba de Panamá.
“Mi papá fue un hombre excepcional, el pilar fundamental de la familia”, expresó en medio del llanto, Marly Nieves, hija de la víctima.
Extraoficialmente se conoció que un carro Ford Fiesta, color negro, fue el que arrolló al septuagenario, quien sufrió varios golpes en diferentes partes del cuerpo.
“Cuando arribó al terminal aéreo se presentó como coronel ante los guardias que estaban en el sitio. Salió a buscar un taxi porque no había ahí y cuando fue a cruzar la calle lo atropellaron. Los funcionarios al salir lo reconocieron inmediatamente y se comunicaron con nosotros. A pesar del pronto auxilio, no se le pudo salvar la vida”, comentó Armando David Nieves, otro de los tres hijos del fallecido.
Nieves Hernández fue descrito como un amigo, un señor. “A pesar de su profesión era de carácter dócil, en la casa quien lleva las estrellas de generala es mi mamá”, comentó la dama.
Este próximo 24 de enero, la pareja cumpliría 45 años de casados.
El hoy occiso estaba jubilado de la GNB desde el año 1990; desde entonces se dedicó a su familia, entre ellos cinco nietos que hoy lloran su partida.
“Hasta hace más de un año fue director del Instituto de Oficiales Retirados de la Fuerza Armada Nacional (Iorfan) que funciona en el Circulo Militar”.