Una detonación silenció el bullicio que a diario se forma en los alrededores de la sede del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales Juan Daza Pereira, frente al cual cayó muerto Jesús Yovera Rangel (34), para quien iba dirigido el disparo.
A la 1:30 de la tarde de este jueves, aproximadamente, Yovera estacionó frente a su casa al llegar en su moto Suzuki, azul con blanco, en la calle 50 entre carreras 13 y 13A, y se metió a tomar agua en el hogar donde vivía junto a su madre y hermanos.
Luego de ingerir el vital líquido dirigió sus pasos hasta la puerta de salida, pero no logró poner un pie en la calle, debido a que resultó sorprendido por un atacante que le propinó un impacto de escopeta en la cabeza, sin darle tiempo de ponerse a resguardo.
Se dijo que la intención del accionante, en aparente compañía de otro, en una moto, era robarle la Suzuki a su víctima, sin éxito.
Su cuerpo cayó justamente en la entrada del que fuera su domicilio, a la que de inmediato llegaron familiares y curiosos.
Hilda Rangel dijo que dejó una cola que hacía en el banco tras recibir la mala noticia sobre lo ocurrido al menor de seis hijos y se trasladó de inmediato a su casa, encontrándose la lamentable escena.
Indicó que Yovera llegó ayer para abrir una vez más su negocio de repuestos de motocicletas en el turno de la tarde, situado al lado de su residencia, sobre el cual siempre le advirtió que en lugar de atender en el local lo hiciera desde adentro de la casa, “por tanta gente mala que le pudiera hacer daño”.
Acotó que él también reparaba motos. Dejó una hija de 7 años.
