Un sentido tributo a la memoria, obra y legado de Rafael Caldera se efectuó este jueves en el Salón Hotel Río Yurubí de San Felipe.
El motivo: el bautizo y presentación del libro Mi testimonio de Juan José Caldera.
Biaggio Pilieri, anfitrión del evento, ofreció a la audiencia, conformada por representantes de diferentes sectores, las palabras de bienvenida.
“Gracias a Juan José por permitirnos realizar este evento en la patria chica de Caldera, el hombre más ilustre de Yaracuy, electo dos veces por voto popular para representar al país”, expresó el diputado de la Unidad a la Asamblea Nacional por Yaracuy.
Añadió que Caldera fue el presidente de la paz, un estadista probado en los momentos más difíciles del país.
“Los invito a leer este libro de la editorial Libros Marcados y con prólogo de Rafael Tomás Caldera. Pasearse por la historia de Caldera es recorrer parte de nuestra historia”.
No se perdió la República
Con los ojos llenos de lágrimas por la emoción y un llanto que ahogó en medio de las palabras, el doctor Juan José Caldera se refirió a su padre como un ejemplo a seguir, un político incansable, un cristiano a carta cabal, un hombre de la paz.
“Este es un libro sencillo, que significa mucho para mí. Trabajé con devoción, tiempo y cariño, con deseos de cumplir un deber de conciencia, conmigo y con la patria porque Dios me dio el privilegio de nacer en ese hogar”.
Agregó sentirse feliz por presentar el título en San Felipe, ciudad con un significado especial para su familia.
“La familia Caldera echó raíces en esta tierra, incluso antes de la fundación de San Felipe. Quiero dar testimonio del profundo amor de Caldera por su tierra, fue un yaracuyano de pura cepa. Trató de corresponderle a su tierra siempre, aquí vivió su infancia y parte de su adolescencia. Es difícil encontrar en la historia de Yaracuy a alguien que haya sido más consecuente con su terruño que Rafael Caldera”.
La autopista Rafael Caldera, dijo, fue despojada de su nombre, no se trató de una afrenta contra mi padre, sino contra la gente de Yaracuy, pueblo defensor de sus valores propios.
“Caldera fue un pacificador. En su segundo gobierno ratificó que en sus manos no se perdería la República. Pese a la situación y a las múltiples manifestaciones, en su gobierno no hubo un solo muerto por protestas, en cambio, las encaminó a los mejores derroteros. A pesar de la crisis bancaria el país salió adelante. Con el barril de petróleo a $7 condujo a Venezuela por un proceso de paz, eso es motivo de orgullo. Rafael Caldera le supo cumplir a Venezuela, afirmó el diputado.
Aseguró que el fundador de Copei le hizo frente a la dictadura, sufrió la prisión y no dudó en reclamar y alzar su voz.
“Mi propósito es defender la imagen de mis padres, dar testimonio de ellos”.
Recordó que Caldera fue expulsado por su propio partido, lo que devino en uno de los momentos más difíciles para la familia.
“No es justo decir que Caldera destruyó a Copei tras dedicarle incontables esfuerzos. Ese es un capítulo que no podía obviar porque lo viví muy de cerca”.
Qué broma nos echó Caldera
El diputado también se refirió a las veces que la gente culpa al expresidente por la desgracia del país. “Qué broma nos echó Caldera por soltar a Chávez, me dijo una vez un político venezolano que ahora está radicado en Estados Unidos. Recuerdo que un día, cuando Rafael Caldera entraba a un hospital, una señora le increpó el sobreseimiento de Chávez y mi papá le dijo: yo no voté por él y ¿usted? y la señora le contestó que sí, entonces es culpa suya, le dijo. La gente tiene que entender que aunque preso, Chávez no estaba sentenciado, es decir, no tenía que estar en libertad para ser candidato. La gente debe asumir sus acciones y no culpar a un chivo expiatorio”.
Cristiano a carta cabal
Caldera fue un gran político, pero también un cristiano a carta cabal, desde su formación como estudiante estuvo al servicio de los demás.
“Caldera y Alicia fueron una pareja que entendió y vivió en la fe cristiana. Su amistad con Juan Pablo II fue fundamental. Mantuvieron una relación muy estrecha. Le hizo un honor al Papa que no ha recibido otro venezolano. Lo invitó como laico a pronunciar el discurso de orden en el Vaticano por los 20 años de la encíclica de Pablo VI. Mi padre luchó sin descanso, vivió con orden porque sabía que en algún momento le rendiría cuentas al Creador”.
Lucha como si fueses a vivir siempre y vive como si fueses a morir mañana, era la premisa de Rafael Caldera, mencionó su hijo.
Un país no se construye sin valores
-¿Qué opinión le merece la situación del país?
-La situación es muy mala. Tenemos un gobierno en crisis, un gobierno al que no se le puede creer, que no le habla al pueblo con sinceridad, estoy muy preocupado por la situación de Venezuela, creo que el libro es una modesta contribución, para orientar a las nuevas generaciones porque un país no se construye sin valores y con mentiras, sino con honestidad y respeto.
-¿Cómo recuperar la democracia?
-El pueblo tiene que luchar por ella. Caldera siempre pensó que el pueblo aprendió a vivir en libertades que no se dejará arrancar. No creo que Venezuela se deje imponer una dictadura como la cubana.
-La V República sataniza a la IV, ¿qué dice al respecto?
-Eso es un cuento que creo que poca gente puede creer al ver el país como está. Vemos desidia, indiferencia, falta de interés. Caldera, en su segundo mandato, con un petróleo a $7, hizo 30 kilómetros de autopista y este Gobierno con un petróleo a $100 no ha hecho nada, cree que puede repartir el dinero para mantener incondicionalmente a la gente. Pero el pueblo está despertando.
-¿Cómo ve el escenario de las elecciones parlamentarias?
-Muy favorable para la oposición si sabe mantenerse unida y con un mensaje claro.
-¿Usted en qué cree, en La Salida, la vía constitucional o el progresismo?
-Yo respeto todas esas ideas porque son la búsqueda de caminos para la solución de la situación del país. Pero considero que sea cual sea el movimiento, debe haber disposición al diálogo, no creerse dueño de la verdad, entender que los demás pueden aportar. La dirigencia de oposición tiene que meterse en los barrios y atender a los desposeídos, llevarle un mensaje de esperanza a la gente.
-¿Cree en el diálogo con el Gobierno?
-No veo actitud de diálogo con el Gobierno porque todo es un insulto, agresión, ofensa o mentira. Así no se dirige a un país.
-¿Cómo se encuentran los venezolanos ante la inseguridad, la impunidad, la violación a los DDHH, los ataques a la libertad de expresión?
-El venezolano está desprotegido. Parece mentira que esto ocurra en un momento de tanta bonanza petrolera. El país está en ruina, moral y económica.
-¿Cuál es la tarea de la Unidad y lo empresarios?
-Buscar un cambio con urgencia. Otros países que supuestamente se identifican con el chavismo tienen una respuesta muy diferente a la población porque se han manejado con inteligencia y con deseos de servirle a la nación.
-¿Estarían dadas las condiciones para un estallido social?
-Aquí en Venezuela puede pasar cualquier cosa. El desprestigio del Gobierno es creciente.
-¿Cree que la actuación de Leopoldo López empeoró la situación?
-Reconozco su valentía y su decisión, no comparto su desempeño que lo llevó a prisión porque cayó en una trampa.
-¿Está el Estado en manos de los colectivos?
-Es evidente. Los expertos dicen que para acabar con la inseguridad hay que desarmar a la población y los colectivos no quieren entregar sus armas. A Robert Serra le robaron de su casa armas largas, cómo es posible que en medio del plan desarme iniciado por el gobierno, un diputado oficialista tenga armas de guerra. Eso es una burla.