La muerte continúa acechando a quienes se movilizan en motocicletas, en mayor grado en aquellos que se desempeñan como mototaxistas, utilizando sus máquinas para el transporte de pasajeros.
En la mayoría de los casos las víctimas son jóvenes que oponen resistencia a delincuentes que les amenazan con armas de fuego para conminarles a entregarles sus unidades de dos ruedas.
La inseguridad que les rodea se puso de manifiesto durante las últimas 20 horas, cuando en la zona norte de Barquisimeto fueron asesinados dos de ellos en circunstancias que están siendo investigadas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
El primero de ellos quedó identificado como Jeison Cordero, de 22 años, con domicilio en el sector 1 del barrio La Peña y afiliado a la cooperativa Servicio de Mototaxis Unión.
La tarde del miércoles, Cordero iba en su moto por una de las calles de la barriada, llevando como pasajero a Eduard Vargas y le salió al paso un sujeto a quien conocen como “Vicentico”, con un arma de fuego, al parecer una escopeta.
De acuerdo a un testigo, “Vicentico”, mientras apuntaba a Jeison, le gritó: “Bájate de la moto y me la das”.
Al parecer el joven trató de resistirse al atracador, conocido en la barriada como peligroso, y quiso huir del lugar, pero el antisocial le disparó a corta distancia, hiriéndole en la región abdominal.
Supuestamente el criminal salió del lugar amenazando con disparar también a todo aquel que intentara detenerle, mientras el herido era trasladado al Hospital Central Antonio María Pineda donde dejó de existir pese a los esfuerzos de los médicos.
Desde el CICPC, Policía de Lara, Policía Nacional Bolivariana y Guardia Nacional se activó la búsqueda de “Vicentico” para detenerlo antes de que cometa otro homicidio.
El segundo mototaxista asesinado durante las últimas horas en la zona norte de Barquisimeto fue identificado como Yovanny José Castillo Giménez, de 27 años, residenciado en el barrio 19 de Abril,. en la parroquia Tamaca.
El infortunado, quien era conocido cariñosamente como “Mamaosa”, salió de su casa poco después de las diez de la mañana hacia el centro de Tamaca con el fin de adquirir los alimentos para el almuerzo.
Estacionó su moto en la acera de la bodega Gran Feria, diagonal a la cooperativa Las Delicias, en la vía hacia Retén Arriba, a poca distancia del ambulatorio de la parroquia.
Allí hizo la compra y cuando se disponía a encender su moto para regresar a la casa fue sorprendido, presumiblemente por uno o dos sujetos.
Se presume andaban en una moto de la que bajó uno de ellos y le disparó a corta distancia en la cabeza, no dándole oportunidad alguna de ponerse a salvo.
La muerte de Castillo Giménez se produjo en segundos, quedando sin vida sobre su máquina.
Minutos después llegarían familiares y funcionarios de la GNB y CICPC para el levantamiento del cadáver.
“Eso fue una culebra que Mamaosa tenía”, se le escuchó decir a otro motorizado en el sitio.
