Al estar enterado por diferentes medios de comunicación de cómo se desenvuelve la economía de nuestro país, uno percibe la preocupación de la gente.
En mi tiempo de muchacho era una preocupación no conseguir el maíz pilado para la elaboración de la arepa, la leche líquida, el queso, el papelón, las arvejas y las caraotas y tal vez hoy muchos pueblos y caseríos de mi país tienen tiempo que no consiguen un pollo, un kilo de carne vacuna o de cerdo y muchos otros rubros, que con todas las carencias se consiguen en las ciudades, pero a la vez es también la forma de llegar el dinero que fabrican los bancos por órdenes de los gobiernos para que haya eso que hemos llamado comercio.
Durante mucho tiempo mi país fue manejado por productores agrícolas y pecuarios para satisfacer medianamente las necesidades de alimentación de la población y a la vez mantener aquello que siempre se ha llamado burocracia gubernamental, que no deja de ser necesaria de tal manera de lograr el desarrollo de un país, puesto que en esta burocracia se incluye la educación, la seguridad, la salud, la administración de justicia y otra gran cantidad de acciones que tienen que realizar el gobernante y sus colaboradores para darle viabilidad al progreso.
Es de gran preocupación actual por parte de todos los larenses la culminación de la Represa Yacambú, el descenso en el precio del barril petrolero, y es preocupante en Latinoamérica la destrucción de los recursos vegetales de la Amazonía, como también es preocupante a nivel mundial la contaminación ambiental y los conflictos bélicos en otros continentes; pero lo mas importante es siempre mantener un espíritu positivo para darle solución a esas crisis que siempre han existido.
Cuando leo opiniones con intereses políticos que si se les aumentó el sueldo a un sector de la población, la gente opina que debería haber sido un aumento no discriminatorio, por el contrario debo afirmar que es un reconocimiento de las necesidades de todo un pueblo, porque no se es ajeno a la existencia en ese sector de venezolanos de toda la estructura social y a la vez permite dar dinamismo a la economía.
Siempre recordaré lo leído: que Venezuela fue un país no petrolero y tal vez en poco o mucho tiempo dejó de ser ese recurso nuestro centro económico y los países que hoy consideramos del primer mundo son aquellos que se han preocupado por la verdadera riqueza, que no es otra cosa que la formación integral de su población, que va más allá de leyes y decretos, puesto que, en cualquier parte del mundo se han tenido mandamientos, códigos y costumbres para lograr la convivencia social.
Considero que la población larense está educada y preparada para recibir con beneplácito la culminación del desarrollo de la represa Yacambu-Quíbor, que no es otra cosa que sembrar el petróleo para permitir producir con alta rentabilidad alimentos para locales, regionales, nacionales e internacionales; y como me referí anteriormente, la producción petrolera no debe ser obstáculo para que esto se termine, basta con tener la voluntad y la firmeza de realizarla.
Toda crisis económica debe solucionarse con voluntad positiva para garantizar un futuro cierto.
Unidos todos por el éxito y el crecimiento de la familia ganadera (Fedenaga).
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