En medio de los cánticos pero con la tristeza intacta, cientos de integrantes de la Barra Huracán Rojinegro acompañaron a darle el último adiós a uno de sus compañeros, a un gran fanático que perdió la vida luego de una trifulca que se formó el domingo en el estadio de fútbol de Araure, cuando supuestamente un policía estadal de Portuguesa, presuntamente le disparó.
A primera hora de ayer llegó parte de la directiva del Deportivo Lara. Junto a ellos los compañeros de barra de Roberto Antonio Vidoza Camacaro, de 22 años, a quien fueron a despedir. A las 9:30 salió el cortejo fúnebre desde El Cardonal hasta la iglesia, donde sólo palabras de aliento fueron escuchadas para con los familiares por tratarse de una persona excepcional, como muchos lo calificaron.
Hora y media después fue llevado hasta el cementerio de Tamaca, donde al son de los tambores y cantos de la Barra Huracán Rojinegro en honor a la víctima, estremecieron el lugar, tal como si estuviesen entrando al estadio pero donde ahora el resto de las barras eran tumbas y los protagonistas, unos jugadores tristes y llenos de ira por lo ocurrido.
Lágrimas, aplausos y sentimientos encontrados pudieron observarse en el lugar. Unos lo recordaron con alegría –como era él- otros simplemente en medio del silencio dejaron ver el mal rato que pasaban.
“Yo sólo me conformo con que el policía (José Luis Marrufo) permanezca preso. Esto no se va a quedar así el culpable debe pagar”, aseveró Wilder Vidoza, hermano del fallecido.
Insistió en que se mantiene tranquilo porque sabe que el segundo de los tres hermanos se encuentra “junto a Dios y la Virgen como siempre lo dijo. Su misión fue salvarle la vida a una muchacha y entregar la de él”.
Nuevamente le pidió al gobernador de Lara, Henri Falcón, mantener conversaciones con el mandatario de Portuguesa, Wilmar Castro Soteldo, para que se haga justicia “sino que se traigan el juicio a Lara porque tienen que condenarlo. ¿Cómo va a ser posible que un policía con 50 años y quién sabe cuántos de experiencia dispare balas a los fanáticos del fútbol?”.
Luego de la despedida reflexionó y comentó que el fútbol fue la pasión de su hermano Roberto Antonio, “a las barras les digo que sean buenos perdedores y aprendan a consolarse”.