Hallan cadáver enterrado en un cerro

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Sorprendente fue el momento en el cual los familiares de José David Rodríguez, de 23 años, junto a funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana en Lara encontraron enterrado su cadáver en un cerro ubicado a unos 400 metros de la avenida Circunvalación Norte, entre el Polígono de Tiro y el Puesto de Tránsito Terrestre.

El hallazgo se produjo aproximadamente a las 11:30 de la noche del martes, luego de tres días de intesa búsqueda, pues Rodríguez salió de su casa el sábado a las 10:30 de la noche y desde ese momento su madre y amigos, no supieron más nada de él.

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“Me dijo: ‘Mamá, ya vengo’, pero nunca regresó. Al notar que no retornaba salí a buscarlo por ahí cerca, donde estaban sus amigos, pero nadie lo había visto”, relató Ana Rodríguez, la progenitora, a quien la tristeza invadía por la pérdida del mayor de sus seis hijos.

El domingo temprano, la mujer junto a otros parientes fue hasta el módulo policial de San Jacinto, cerca de donde residían, a ver si lo habían detenido pero no. “Me mandaron para Pata e´Palo y tampoco estaba allá. Emprendí la búsqueda hasta la 14 Brigada de Infantería, a la Guardia Nacional Bolivariana pero todo fue infructífero”.

Los días siguientes fue hasta el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), al Eje de Homicidios de la Policía Científica y no había rastros de él. El desespero por no saber nada de su hijo, invadía a Rodríguez, hasta la noche del martes que se fue a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda donde ninguno de los cadáveres pertenecía a José David.

Estando ahí, una llamada de un número restringido y una persona anónima les informó que lo habían matado y estaba enterrado en el sector donde se produjo el hallazgo. Los familiares no esperaron más y como por ahí, el hoy occiso, se la pasaba cazando y buscando paja, decidieron subir el cerro acompañados de los funcionarios policiales.

Caminaron, encontraron primeramente una especie de altar hasta que se fijaron en unos zapatos azules que estaban como sobresaliendo desde la tierra y un túmulo.

De manera inmediata pensaron que había un cuerpo sin vida ahí enterrado. “Por los zapatos supieron que era él porque el día que cobró le compró ropa a su hija y esos zapatos”, dijo la dama.

Para el momento la madre de la víctima no andaba en la búsqueda y no supo nada sino hasta las 6:30 de la mañana cuando decidieron decirle e inmediatamente ella se fue a la escena del crimen. “Yo mantenía mis esperanzas que no fuera él porque además nunca había desaparecido así. Es que él no salía casi. Iba del trabajo a la casa”, comentó.

Al llegar el Cicpc

Al momento en que arribó una comisión del Eje de Homicidios del Cicpc comenzaron a interrogar a la familia de la supuesta víctima, como ya es costumbre. Ellos aseguraron que el joven andaba vestido con una bermuda de jeans y una franela azul que le quitó prestada al vecino que era como su hermano.

Comenzaron a escarbar la especie de tumba y cuando sacaron el cadáver, estaba en estado de descomposición. La piel se le desprendía producto del calor y los días pasados tras el asesinato. El olor putrefacto invadió la zona pero eso no impidió que familiares y curiosos se fueran del lugar para confirmar si se trataba de José David Rodríguez.

Cuando finalmente lo sacaron, efectivamente por la ropa y los tatuajes en el pecho de unas estrellas y el nombre de la hija confirmaron que lamentablemente era el joven que buscaban desde el sábado.

“Él no tenía problemas con nadie, sólo se dedicaba a trabajar en un autolavado que queda por la avenida Carabobo”, explicó la mamá.

Manifestó en medio del dolor que la invadía, que su hijo era quien la mantenía a ella y la hija de él, quien ahora sólo tendrá a su padre en los pocos recuerdos que su memoria grabó durante sus primeros tres años de vida.

Cerca se encontraban otros parientes quienes decían: “Vamos a dejar esto en manos de Dios, porque la venganza no es buena”.

Estuvo preso

En dos oportunidades, el hoy occiso estuvo privado de libertad, una cuando era menor de edad y la otra antes que naciera su hija, por problemas con las drogas, aunque la progenitora resaltó que su hijo ya “se había acomodado”.

Las autoridades del Cicpc iniciaron las averiguaciones pertinentes del caso para determinar lo ocurrido y confirmar la causa de la muerte, aunque a priori se especula que presentó una herida de proyectil disparada por un arma de fuego en la región occipital derecha.

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