Un policía municipal de Iribarren, en lugar de dar ejemplo de rectitud a la ciudadanía, no le importó transgredir la ley y cometió un supuesto delito en contra de un humilde motorizado, pero la administración de justicia no tardó en aplicarle la norma y lo puso tras las rejas.
El hecho surge cuando el oficial agregado, Irán Rivas (31), en una improvisada alcabala en la carrera 19 entre 21 y 22, paró a un motorizado y le solicitó los documentos del vehículo.
El motorizado entregó al funcionario los papeles exigidos, y éste, para devolvérselos, le pidió a cambio dos mil bolívares en efectivo.
El municipal no le retuvo al hombre la moto para que en la misma fuera a buscar el dinero y se lo entregara, sin embargo, el motorizado se dirigió a la Fiscalía 22 del Ministerio Público y consignó la denuncia.
El referido órgano comisionó al Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional (Conas), a una entrega controlada, la cual se efectuó en el puesto de la Policía Municipal, instalado en la Concha Acústica, donde los castrenses materializaron la captura del uniformado, por el presunto delito de concusión (funcionario que abusando de su cargo exige indebidamente a otro el pago de un dinero).
El oficial agregado jamás se imaginó que lo descubrirían.
Tampoco le pasó por la mente que el motorizado actuaría apegado a la legalidad sin dejarse corromper.
Igualmente, quedó sorprendido gracias a la celeridad con la cual actuó el Ministerio Público, en su carácter protector de las personas para que sus derechos no sean violados.
Cabe destacar que la aprehensión la llevaron a cabo los guardias nacionales este lunes, a las 4:00 de la tarde.
Al uniformado le seguirán el debido proceso de ley.
