En Lara, la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), se prepara cada año para recibir a quienes dentro y fuera de las aulas de clases, estudian las ciencias formales y fácticas (o empíricas), con el propósito de generar conocimientos y nuevos planteamientos que le servirán a futuro al hombre.
Durante el segundo trimestre del año, la alma máter a través del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (Cdcht), convoca al Premio Anual de Investigación Lisandro Alvarado, en sus diferentes áreas de las ciencias como del Agro y del Mar, Exactas: Física, Química y Matemáticas, Sociales y Humanidades, Veterinarias, Ciencias Sociales, Biológicas y de la Salud; Ingeniería, Tecnología y de la Tierra, así como Artes Plásticas y Música.
Las tres últimas categorías quedaron desiertas, pues no cumplieron con lo estipulado en el artículo 27 de las Normas para el Estímulo a la Investigación: Fondo Lisandro Alvarado, cuyo apartado establece que “el jurado declarará ganador al trabajo que hubiere alcanzado mayor puntuación, por encima de dieciséis puntos en la escala del 1 al 20, avalado por la mayoría de sus miembros”.
El valor del premio
Los investigadores que recibieron la aprobación del jurado fueron, en la mención Al mejor trabajo científico publicado, Yelitza Orellana García, María Fernanda Ortuño Gallud, Wenceslao Conejero Puente, y María del Carmen Sánchez Ruiz, por la obra Variaciones diarias del estado hídrico: relaciones de riego deficitario en árboles de limón en período de frutificción (Ciencias del Agro y del Mar); Neptalí Romero, Jesús Silva y Ramón Vivas con el trabajo sobre Acoplamiento del mapa logístico con intensidad grande (Ciencias Exactas: Física, Química y Matemáticas); Zahira Moreno y Concetta Espósito de Díaz por Gestión tecnológica y la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti): un análisis desde la perspectiva del sector empresarial venezolano (Ciencias Sociales y Humanidades), y Nelson Dalo y Jhon Hackman, quienes concluyeron el proyecto El anestésico uretano bloquea las respuestas a los aminoácidos excitatorios, pero no a las respuestas al Gaba en la médula espinal aislada de anfibios (Ciencias Veterinarias). Ellos recibirán sus reconocimientos el próximo 3 de diciembre de manos de las autoridades de esta casa de estudios superiores, en el Auditorio Ambrosio Oropeza. Allí mismo, el doctor Rafael Armando Bonfante Cabarcas, recibirá igualmente los aplausos por la mención A la trayectoria del investigador universitario, del Decanato de las Ciencias de la Salud.
EL IMPULSO conversó con algunos de los investigadores para conocer más de cerca, los procedimientos ejecutados en los proyectos y resultados obtenidos en cada una de las indagaciones.
Empresas y tecnologías
Tras la promulgación de la Locti en 2005, y antes de la reforma realizada en 2010, las investigadoras Zahira Moreno y Concetta Espósito de Díaz, describieron cómo algunas empresas en la región ya cumplían con los propósitos estipulados por el Estado en materia de tecnología. Además, detallaron las limitantes que estas tenían para aplicar la ley, y respondieron a la interrogante de por qué unas organizaciones invertían y otras sencillamente realizaban aportes. Se utilizaron trece compañías, que por sus ingresos (100.000 UT), son contribuyentes formales.
De acuerdo al artículo científico publicado por la revista Trilogía, edición número seis (abril-octubre 2012), se concluyó que la muestra sujeta a estudio maneja con destreza la importancia de la gestión tecnológica. No obstante, se consideran los aportes a la Locti como un pago más de impuestos, pero se mantuvieron expectantes ante los procesos gerenciales de control, supervisión y ejecución de cada uno de los proyectos. Las administraciones asimismo, se preocupan por mejorar cada uno de los procedimientos e impulsar la capacitación de su capital humano.
Espósito de Díaz explicó que el trabajo de investigación se inscribió como registro sin financiamiento, por “nuestro interés en conocer lo que pasaba con la Locti, la cual estaba en plena vigencia, es decir, cómo era percibida por los empresarios… profesores. Primero se realizó una revisión bibliográfica y luego una aplicación de experiencias de docentes que tenían proyectos Locti con organizaciones”.
Por su parte, Moreno expresó que se ocuparon del impacto que tuvo la ley en el ámbito universitario, empresarial y el Estado como gestor del mismo. “Ha sido un trabajo progresivo porque se ejecuta en cada área de las antes mencionadas. El que fue premiado, demuestra cómo las empresas se han ido adaptando e innovando a ese proceso tecnológico, calificado como de aprendizaje continuo desde el 2005 hasta el 2011.
Antes de la modificación de la Locti en 2010, la universidad tenía acceso a recursos, pero luego solo quedaron dos actores: el Estado como receptor de todo el dinero, y el empresario como el que paga impuesto”.
De sapitos y experimentos
Dalo conversó sobre el trabajo científico merecedor del premio. Su trabajo es considerado por él cómo básico, pero en la práctica es admirado por sus estudiantes.
La investigación, publicada en la revista Anesthesia (volumen 20, año 2006), siempre se sustenta en interrogantes. “¿Por qué cuando a un animal o paciente nos dan un anestésico nos quedamos dormidos?”, fue una pregunta que respondió con experimentos. “Hasta hace 20 años, a uno le daban cloroformo o nembutal sódico, y uno se dormía, y ¿por qué pasaba esto?, porque se deprimía la neurona, y su razón de ser era desconocida en aquel entonces. Sin embargo, cuando se descubrió que en nuestras células existen proteínas que forman receptores capaces de captar una droga, se logró explicar”, dijo ansioso.
Consideró que su aporte puede ser criticado por muchas personas, porque “es muy básica, va al punto. Hay quienes están en contra de lo que hago”.
Reflexionó que “cuando tomo un sapito y le saco la médula para colocarla en un baño aislado, recupera inmediatamente sus reflejos, pero en un hombre o ratón, lo recobra a los días o meses”.
Manifestó que el “objetivo principal del estudio fue investigar el mecanismo de acción de un anestésico muy utilizado en animales de experimentación y que se forma como producto de la unión de la urea con el etanol (o alcohol etílico). El producto así formado, es un carbamato (etil carbamato) muy activo y efectivo para producir sueño e inmovilización en los animales, pero está prohibido en medicina humana, ya que se ha demostrado que el uretano al igual que otros poliuretanos son cancerígenos. Sin embargo, se usa mucho en animales de laboratorio, porque los mismos permanecen anestesiados durante 8 a 10 horas, tiempo durante el cual transcurren los experimentos”. De esto habla en Anesthesia.
A juicio de Dalo, “no recomienda a las personas consumir productos que contengan uretano.
Si usted toma bebida contaminada con urea como por ejemplo el cocuy, debe saber que si se agarra el etanol, lo fermenta y se le pone urea para rendirlo, quien lo bebe se va a dormir, pierde la consciencia (bloquea la actividad refleja), dormirá sabroso y no se acordará de nada, porque el ácido glutámico interviene en la memoria.
La gente debe ponerle cuidado a ese anestésico.
Si va a tomar cocuy, asegúrese que sea etanol, pues si tiene urea, es altamente cancerígeno”.
Entre neurociencia y mal de chagas
Cabarcas Bonfante, con más de 25 años dedicado a la academia, se enfocó en dos líneas de investigación relacionadas con la neurociencia y el mal de chagas. Sobre la primera, durante un tiempo, en conjunto con el también doctor José Antonio Moreno Yánez, se dedicó a la neurotransmisión, en la cual se estudiaron los receptores colinérgicos muscarínicos, y posteriormente cuando realizó su doctorado a través de un programa en convenio con Brasil-Estados Unidos, continuó con los receptores colinérgicos nicotínicos, que tienen correlación con la memoria y aprendizaje, adicción al tabaco y algunos fenómenos degenerativos como el alzhéimer.
Entre los resultados más relevantes, plasmados en la tesis de doctorado, está el estudio de la regulación del receptor nicotínico neuronal, que denominó alfa 7, el cual está relacionado con una serie de circuitos neuronales que “tienen que ver con la recompensa, y son los responsables de la adicción al tabaco. Mi aporte concreto fue determinar los aspectos regulatorios del receptor nicotínico, con dos iones muy importantes desde el punto de vista celular como el calcio y magnesio.
Con respecto al receptor colinérgico muscarínico, junto al doctor Moreno, se demostró que cinéticamente exhibía un fenómeno que se llama cooperatividad, sobre el cual se aclaró que la capacidad de actuar de los receptores para neurotransmisores depende de su interacción con ellos mismos y otros en igual condición”, dijo.
Sobre la enfermedad de chagas, se ha hecho un estudio más amplio.
“Hemos logrado caracterizar epidemiológicamente el estado actual de la misma en el estado Lara. Se ha trabajado en un proceso de estudio de aquellos fenómenos que llevan el desarrollo de enfermedades del corazón en los pacientes chagásicos.
Igualmente, se publicaron documentos interconectados con elementos inflamatorios, y algunos sistemas de neurotransmisión. En esta etapa se está trabajando con la enfermedad de chagas, que no tiene tratamiento definitivo y nos hemos colocado como meta tratar de dar un aporte autóctono en ese sentido.
De hecho, tratamos a los pacientes con chagas y se intenta evitar el remodelado cardíaco, que consiste en los cambios que sufre el corazón para luego volverse insuficiente. Allí, se considera la mezcla de dos medicamentos como el enalapril y espironolactona para impedir que haya ese remodelado. Los resultados han sido bastantes satisfactorios. Eso permitiría mejorar el pronóstico de vida de esos pacientes”, expresó Cabarcas Bonfante.
Fórmulas y resultados
Romero, Silva y Vivas, investigaron sobre un mapa logístico, cuyos resultados “son parte de una línea de trabajo que data de 2006. Trata de unos modelos a tiempo discreto, que en la teoría de sistema dinámico se llama acople logístico. Son una especie de paradigmas utilizados en distintas ciencias. En ecología se ha empleado para modelar el crecimiento de poblaciones, me refiero a bacterias que están en un recinto”. Recordó que parte de esas conclusiones provienen de la tesis doctoral de Vivas.
Indicó que se trata de “caracterizar las configuraciones que producen resultados acoplados. Imagina que se tiene un recinto con un cultivo de bacterias, y dependiendo de la cantidad inicial que se coloque de estas, se puede medir a tiempo finito la población que allí se encuentra. No obstante, por tratarse de un modelo abstracto o matemático, hay valores iniciales que se colocan y dan resultados absurdos, como que la concentración de población de infinita. De allí que la idea es caracterizar aquellas configuraciones que den resultados reales”.