Una situación realmente grave están atravesando sesenta ancianas mayores de sesenta y cinco años que se encuentran en el Hogar San Vicente de Paúl, que data de 1948, ubicado en Barrio Ajuro, en la ciudad de Barquisimeto.
Su directora, la hermana Ramona Alonso García, señaló que el problema radica en el colapso de una cloaca de la calle 14, frente a la institución, que los está afectando desde hace nueve meses.
Precisó que cada vez que llueve, como ocurrió este jueves, las aguas negras que no pueden seguir su curso normal porque la tubería de la calle está tapada, se devuelve por los inodoros e inunda varias espacios del ancianato, con mayor intensidad, el área de la cocina y los cuartos donde duermen estas personas.
El ingeniero Jean Moreno, presidente de Hidrolara, está en conocimiento de lo que está pasando una vez que visitó este hogar.
Dijo que, posteriormente, Moreno envió una cuadrilla de trabajadores para que realizaran un trabajo diagnóstico del problema, y determinaron que el colapso de cloacas no está en el interior de dicha institución, sino afuera.
Al respecto, la cuadrilla de obreros intentó solucionar y abrió una zanja en la calle, la cual volvieron a tapar sin lograr ningún arreglo.
La hermana Alonso García indicó que el ingeniero Moreno la llamó ayer por teléfono y le comunicó que ya estaban solucionando el caso. “Para nosotros es primordial y no ha llegado esa solución definitiva que es apremiante”.
Lamentó que cuando la cantidad de aguas putrefactas penetra a los cuartos del Hogar San Vicente de Paúl, se ven en la imperiosa necesidad de sacar de las habitaciones a las ancianas y ponerlas a resguardo.
“Es un fuerte problema de salud y debe evitarse que continúe, porque de lo contrario, las consecuencias serían de pronósticos reservados.
Manifestó que a causa de este desbordamiento de cloacas, algunas de las mujeres que allí reciben atención en calidad de abrigo, han contraído enfermedades por transmisión de virus, y la mitad de los trabajadores que atienden a estas personas se encuentran de reposo médico por cuadros febriles que padecen.
Deploró que “estas ancianas, uno de los sectores más débiles de la sociedad estén sufriendo por este problema”.
Con ayuda de donaciones
García explicó que las operaciones de este ancianato no se detienen gracias al apoyo exclusivo de donaciones mensuales tanto de personas como de empresas que realizan un aporte, “ya que las ancianas que vienen aquí son de muy bajos o nulos recursos”.
Por parte de la Gobernación, la Alcaldía y el Gobierno nacional no reciben ningún aporte económico.
No obstante, acotó que hace poco estuvo en una reunión donde acudió el gobernador Henri Falcón, a quien le dio a conocer las necesidades más importantes a fin de que les ayude, principalmente para reparaciones de la infraestructura en materia de albañilería y plomería. “No sé si el gobernador nos ayudará, y lo necesitamos con urgencia porque tenemos tres casitas cerradas y no contamos con medios para rehabilitarlas”.
Expuso que en este hogar se le brinda todo el cuidado que merecen estos seres, una de las cuales celebró 100 años el mes pasado, y otra cumplió 97, “ambas en perfectas condiciones de salud, gracias a Dios”.
Comentó que unas reciben visitas de familiares y otras no porque no tienen.
Explicó que son libres de hacer sus vidas, entran y salen del hogar cuando deseen y si tiene familias se van a visitarlos, previo aviso al personal.
Puntualizó que este hogar lo llevan adelante con todas las dificultades once personas y cinco hermanas, a quienes se les suman voluntarios, y cuesta conseguir dinero para pagarles.
En Navidad este lugar “se convierte en una fiesta porque la gente se vuelve generosa y vienen grupos a compartir y a traerle presentes a las ancianas”, adujo.
El 24 se realiza la cena con todas, y se procura que el mayor número la pase con sus familiares.
