La tarde de este jueves fue presentado en Barquisimeto el libro del abogado penalista, Leonardo Pereira Meléndez, titulado Corte de Apelaciones, bajo el acompañamiento de otro reconocido penalista como lo es Ramón Pérez Linárez y el escritor Juandemaro Querales.
Estuvieron presentes diversas personalidades apasionadas por la lectura, entre quienes se encontraba José Ángel Ocanto, jefe de redacción del diario EL IMPULSO.
El doctor Linárez señaló que se presenta un libro cuyo título pareciera que fuera de derecho, pero toca también aspectos poéticos, culturales y de literatura.
Manifestó que por tratarse de “una obra maravillosa”, lo ha recomendado a todos sus amigos.
Agregó que se trata de recordar a Carora, esa ciudad que ha dado tan buenos, excelentes y talentosos ensayistas, poetas, humanistas, médicos, historiadores, músicos, y Leonardo (Pereira) realmente entra a la historia con este libro referido además a lo humano.
El hombre no solamente debe pensar en una sola actividad en la vida, sino en varias, y nunca descuidar el arte literario y poético, la parte bella de la vida, expuso.
Acuñó que la poesía es una manera de enseñar, y de expresar rebeldía frente a las injusticias que ocurren todos los días. Especificó que Corte de Apelaciones hace fuertes denuncias sobre la forma cómo se maneja la justicia en Venezuela, referidas ciertamente a la dureza de las cárceles y cómo están concebidas; al retraso en los tribunales, a la mala administración de justicia, el deterioro de las instituciones que obedecen a un solo camino y a la no autonomía en el poder judicial que es una aspiración de todos.
Un apasionado por la escritura
El doctor Leonardo Pereira es un apasionado de la literatura, la poesía y el Derecho Procesal Penal, “aunque me considero un humilde escritor de provincia prestado a la abogacía”.
Al hablar de su libro, exalta su variedad, lo bien que fue trabajado y la importancia en la utilidad para abogados que ejercen el área del Derecho Penal, fiscales del Ministerio Público, jueces penales y defensores tanto público como privados en el área penal, así como para periodistas, estudiantes de periodismo, sociólogos, políticos, politólogos y criminólogos.
Calificó de nefasta la subordinación al Ejecutivo nacional de los tribunales.
“Aquí el Tribunal Supremo de Justicia está supeditado a los intereses de Miraflores, y del Poder Judicial venezolano solo queda el puro nombre”, sentenció.
Lamentó que el realismo mágico del Poder Ejecutivo, representado por el presidente y el Consejo de Ministro, es la dependencia de las decisiones que se tomen en Cuba.
Se refirió al rotundo fracaso que ha significado la implementación del Código Orgánico Procesal Penal, por el exceso de violaciones a las garantías constitucionales y al debido proceso, a diferencia del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal en 1998, que durante su vigencia hubo menos privativas de libertad, pese a que era más inquisitivo.
Aquí la mayoría de administradores de justicia toman la Constitución y el COPP como una burla porque no cumplen sus preceptos, expuso.