Algunas de las familias beneficiadas con la adjudicación de apartamentos en el nuevo complejo habitacional ubicado en el sector Yucatán, en la vía Barquisimeto-Duaca, si bien están alegres por disponer de un techo propio, no dejan de preocuparse por los servicios.
Para comenzar, esas 1.600 familias de las más de 4 mil que comprende la urbanización, no tienen asegurado el suministro de agua, pues aún no se ha garantizado nada con los pozos perforados en el bosque Barro Negro, en Duaca.
“Esos pozos no garantizan nada para esas familias, como tampoco para quienes vivimos en Duaca y llevamos años padeciendo por la falta de agua, en primer lugar porque el acuífero se está agotando y ya no encuentran donde perforar, llegando a hacerlo, incluso, a pocos metros de la laguna de oxidación, algo que no debió hacerse”, dijo el luchador social Asdrúbal Álvarez, del movimiento Crespo Activo.
Eso significa que las familias a residir en el Urbanismo Alí Primera (antes Aves de Yucatán), están pensando cómo hacer para garantizar el suministro del líquido vital, al menos para lo más necesario.
“Esto es muy bonito y uno tiene que estar contento por tener algo propio, aunque el Gobierno tiene también que garantizarnos los servicios, como el agua”, expresó una mujer que prefirió no identificarse, mientras salía de uno de los edificios.
Otro de los problemas que confrontarán a corto plazo es el de la movilización hacia y desde Barquisimeto, pues la intercomunal ya resulta insuficiente para la numerosa población residente en el norte de la capital larense.
Esta semana Transbarca asignó cuatro unidades que llegan hasta la urbanización y, de acuerdo a informaciones extraoficiales, existen planes para llevar ese número a diez y que, de esa forma, los residentes no tendrían necesidad de utilizar sus vehículos para llegar al centro de la ciudad.
Sería necesario asignar el mayor número posible de unidades a esa ruta para que los nuevos vecinos de Tamaca puedan contar con un buen servicio de transporte.