Empresas de maletín perjudican a trabajadores y la comunidad larense que espera con ansias entre en funcionamiento el Sistema Hidráulico Yacambú-Quíbor (SHYQ), el cual pareciera ser un proyecto de nunca acabar.
Molestos por la irresponsabilidad y desfachatez de las empresas involucradas en el proyecto, de más de cuatro décadas, obreros del SHYQ, en especial los de la fase presa o Yacambú, tomaron el pasado lunes 3 de noviembre la obra para impedir la entrada de personal de la Empresa Noroccidental de Mantenimiento y Obras Hidráulicas (Enmohca) y de la contratista Desarrollo y Edificaciones C.A (DECA), que mantienen paralizada de manera parcial la construcción, además de tener numerosas deudas contractuales con trabajadores activos y despedidos.
Así lo explicó el vocero de los trabajadores de Yacambú, Cleiver Colmenárez, quien indicó que de más de 600 obreros que laboraban en el proyecto, actualmente sólo se mantienen en la obra 62, quienes trabajan en el túnel 3 y la cámara de compuertas, lo cual desmentiría las declaraciones ofrecidas por el ingeniero Landy Navarro, director de la hidráulica, quien ha señalado que el proyecto continúa su marcha.
La obra se encuentra paralizada en 90%, ya que en 2013 fueron despedidas más de 500 personas, a quienes se les dio arreglo sencillo con el compromiso de que al reactivarse serían de nuevo contactados.
Colmenárez detalló que de siete frentes de trabajo que conforman la presa, sólo se mantiene activo uno, con obreros en huelga por pago de deudas contractuales.
Los trabajadores y extrabajadores en huelga acusan como culpables a las “empresas de maletín”, a las cuales le han entregado la obra.
“Son compañías representadas por personas a quienes sólo les importa llenarse los bolsillos y no se preocupan por la evolución de la contrucción”, advirtió el vocero, quien agregó que el SHYQ, además de la agricultura que ha sido prohibida en terrenos que sirven de cabecera al río, son las únicas fuentes de empleo de la zona.
Pasivos en mora
Hasta mayo de 2013 la responsabilidad de la obra era compartida entre una empresa llamada Inversiones y Construcciones Villa y Enmohca. La primera desapareció sorpresivamente, por lo cual parte del levantamiento fue reasignado a DECA, que también mantiene deudas con trabajadores activos y despedidos.
Aseguran que les adeudan pasivos laborables a 57 trabajadores de la presa, situación que ha sido llevada a distintas dependencias y tribunales, pero la empresa no ha respondido. Han acudido en cuatro ocasiones a la Inspectoría del Trabajo, la última de ellas delegados de DECA no se hicieron presentes.
Los despedidos recibieron pago con recursos del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden). Sin embargo, les deben las cláusulas 41 y 47 de reposición por retardo en el pago y diferencia por pago doble.
Es de destacar que también mantienen un deuda de 11 semanas con 14 transportistas. Compromiso cercano a un millón de bolívares.
Áreas inactivas
La obra cuenta con siete frentes de trabajo: túnel 3, túnel 4, aliviadero, pantalla de entrada a túnel 3, pantalla de salida a túnel 3, pantalla vía la presa y mantenimiento de la vialidad.
Las tres primeras son responsabilidad de DECA, las tres pantallas solían estar a cargo de Inversiones y Construcciones Villa, pero con su retiro pasaron a DECA.
El mantenimiento de la vialidad, así como las galerías y movimientos de tierra, son responsabilidad de Enmohca.
De estas áreas sólo se encuentra activo el túnel 3. La empresa encargada de la picadora de piedras laboró hasta el mes de octubre.
Aseguran que de contar con los recursos suficientes y trabajar al 100% las obras de presa podrían culminarse en cinco años.
Asimsimo advierten que el abandono de algunos frentes ha hecho que se deterioren las obras, las cuales en su reactivación, deberán ser rehabilitadas.
Falta de recursos
Ante la consulta de los trabajadores de por qué no hay recursos para la obra, Enmohca responde que esperan dinero por parte del Ejecutivo.
Rercordaron que en la gestión del fallecido presidente Hugo Chávez, el SHYQ fue su proyecto bandera, legado que pareciera no asumir el actual mandatario, Nicolás Maduro.
Agregan que Maduro, en sus visitas, no hace mención del proyecto, no intenta contactar a sus representantes para saber el estado en el cual se encuentra. “A Maduro no le importa esta obra”, comentaban los obreros.
Formulan un llamado al comandante Luis Reyes Reyes como presidente de la Corporación de Desarrollo Jacinto Lara (Corpolara) y al gobernador del estado Lara, Henri Falcón, a fin de que sirvan de mediadores ante el Gobierno nacional.
También pidieron a los diputados del Consejo Legislativo de Lara (CLEL) realicen una inspección en las obras de presa del SHYQ, a fin de constatar el estado y solicitar los recursos necesarios para su culminación.
Al preguntarles si desearían realizar un exhorto al alcalde de Andrés Eloy Blanco, Alfredo Orozco, dijeron que esta persona no ha hecho nada por ellos en ocho años y tampoco esperan que lo haga.
Anderson García, representante del sindicato de trabajadores, pidió a los diputados no abandonar la obra, ya que “sólo la recuerdan en temporada de elecciones”.
Halcones Dorados sin pago
Tercerizados de la obra también expresan su malestar.
Se trata de 62 lugareños que fueron contratados “de palabra” por una cooperativa que presta servicios de seguridad y les adeuda utilidades de 2013 y pago de horas extras y bonos nocturnos durante un año.
Denuncian que se trata de un supuesto sargento de la Armada Nacional, a quien sólo han visto una vez por la obra.
Los trabajadores que cuidan la millonaria maquinaria de la obra y oficinas, han recibido cheques sin fondo, los cuales aún guardan en sus billeteras. “Nos pagan con meses de retraso y sólo cobran los primeritos que vayan al banco. Quienes se queden de último no encuentran plata”.
Aseguran que la empresa no posee ningún tipo de registros, que no firmó contratos con los lugareños y les han mandado a decir que si quieren seguir trabajando como vigilantes le paguen un cupo de Bs. 5.000, porque son personas cercanas a la hidráulica y por tanto no les quitarán la vigilancia de la obra.
Halcones Dorados tampoco se hace responsable de accidentes laborales, como el de Oswaldo Méndez, quien tuvo ocho fracturas en el rostro tras ser atropellado por un motorizado. Las operaciones y gastos médicos fueron sufragados por sus familiares.
Advierten que se mantendrán en sus puestos de trabajo hasta tanto la cooperativa se ponga al día con ellos.
