Pido la palabra
¿Cuándo aprenderemos del caso Chile?…
El 5 de octubre de 1988, durante el régimen militar de Augusto Pinochet, se realiza un plebiscito en Chile, con base a la aplicación de las disposiciones transitorias de la “restrictiva y confiscatoria” Constitución de 1980. Este plebiscito se llevó a cabo para decidir si él dictador seguía o no en el poder hasta el 11 de marzo de 1997. El resultado fue contundente. 44,01% por el Sí y 55,99% por el No. En tal sentido, el triunfo del “No” implicó la convocatoria para 1989, de elecciones democráticas conjuntas de presidente y parlamentarios, que condujeron tanto al fin de la dictadura como al comienzo del periodo de transición a la democracia…
Lo interesante de este episodio de la política continental, es la lección de solidez unitaria de la sociedad chilena entorno a los objetivos superiores de libertad y democracia. Una monolítica coalición conformada por 17 organizaciones partidistas (Democracia Cristiana, MAPU, MAPU-OC, Padena, Partido Humanista, Izquierda Cristiana, Partido Liberal, Los Verdes, Partido Radical, Radical Socialista Democrático, Socialdemocracia, Socialista-Almeyda, Socialista-Núñez, Socialista Histórico, Socialista Mandujano, Usopo y Partido por la Democracia) expresaron en un documento, principios básicos de institucionalidad como punto de partida de un proceso que permitiría reconstruir en Chile un verdadero régimen democrático… (Datos históricos tomados de Wikipedia)
17 años costo a los chilenos salir de Pinochet. Un duro aprendizaje ha señalado un camino de reconciliación y reencuentro, que ha permitido al país sureño, reconstruir su modelo político y económico, con base a un real y sostenido crecimiento interno, derivado de alianzas estratégicas e intercambios comerciales exentos de complejos y dogmas primitivos e inviables. Un espejo que debemos mirar los venezolanos, desprendidos de vanidades mezquinas, para abrir el abanico de participación y acuerdos que nos permitan conformar una alianza unitaria real, de cara al compromiso electoral de las parlamentarias del 2015.
En 15 años, nunca habíamos tenido tal grado de condiciones electorales favorables como ahora. Las premuras y atajos no son buenos consejeros. La paciencia y la constancia nos han permitido llegar hasta aquí. Ahora debemos afrontar con valentía y coraje este capítulo final que inexorablemente nos conducirá a un contundente triunfo electoral el próximo año, si hacemos las cosas como se debe.
Todas las encuestas serias colocan al régimen militar de Maduro en total desventaja. La manipulación de la Ley Electoral, incluye un diputado más por lista en todos los estados, para sacar ventaja. Las proyecciones indican que por lista tendríamos 32 diputados contra 40 del régimen. La clave del triunfo esta en seleccionar para los circuitos, candidatos de arraigo popular, escogidos por las bases, con una unidad monolítica como la chilena de 1988, para así ganar los circuitos, voltear el parlamento y comenzar el proceso de reunificación, reconciliación y reconstrucción nacional…
Mis comentarios:
-El triunfo de los sectores democráticos depende de la paciencia y la unidad, por encima de las apetencias personalistas de los cogollos…
-Exigimos primarias en todos los circuitos para seleccionar los candidatos…
-Vamos a jugarle limpio a Venezuela…
Como pasa el torbellino así desaparece el impío, más el justo quedara cimentado para siempre…(Proverbios 10:25)