¿Qué tal sería dormir casi entre las nubes? Resulta que en Cusco, Ario Ferri, un apasionado de la aventura de altura, le dio rumbo a su sueño de crear un lugar alucinante para pernoctar. El resultado de aquel proyecto es una cápsula transparente equipada con camas, baño y comedor. En Skylodge Adventure Suites podrá disfrutar de noches estrelladas, lunas llenas y el Valle Sagrado de Cusco en pleno
Skylodge Adventure Suites consta de tres cápsulas que son para no creerse tal espectáculo de diseño y arquitectura. Una de ellas funciona como centro de operaciones y las otras dos sirven de pernocta para los aventureros que decidan gozarse este lugar. La dimensión de cada módulo es de 7,5 metros cuadrados de largo por 2,6 de altura. Además de cuatro camas, baño privado, comedor e iluminación ecológica.
Los módulos, Luna, Silves y Miranda, están construidos de aéreo aluminio (usado para la cimentación de aviones) y policarbonato, una aleación que aguanta más de 25 toneladas. La seguridad está garantizada ya que la forma de octógono-romboide hace que el viento no pueda mover la instalación. Fue un total de 12 meses de cortes y soldaduras, un diseño para contemplar 360º de vista alrededor, seis ventanas y un comedor ubicado en la parte externa superior. Debido a los paneles foto-voltáicos que permiten almacenar energía en baterías para alimentar cuatro lámparas en el interior del módulo así como el uso de desechos que es enteramente ecológico. La idea de este asombroso lugar le pertenece al colombiano Ario Ferri y su equipo de Natura Vive, quienes dilucidaron esta opción hace un par de años. Buscaron los permisos necesarios para instalar las capsulas en el Valle Sagrado de Cusco en Perú. Así, echaron a andar el proyecto. Después de un año de construcción y un sinnúmero de pruebas de seguridad lograron dar con un sitio que lo hará sentir más cerca de las estrellas. En medio de la magia de las montañas andinas y con la vista privilegiada que Skylodge puede ofrecerle.
Para llegar al refugio colgante deberá (además de tener un espíritu aventurero) dirigirse al Valle de Urubamba, inmediatamente manejar unos 20 minutos hasta la vía a Ferrata. Luego deberá escalar por un camino con algunos peldaños de aluminio. Al llegar a la cima tendrá que cruzar por una tirolina de una montaña a otra. De tal modo habrá llegado al celestial lugar. Lo recibirán probablemente con alguna comida preparada en la cápsula Luna, un vino local y la dicha de posarse a 400 metros de altura. Con la inmensidad de la naturaleza a toda luz.
“Una vez dentro del módulo, la persona se puede quitar el arnés, ya que la única forma de salir es por la escotilla de salida ubicada en la parte superior del módulo. Existen seis ventanas y cuatro ductos de ventilación en el módulo que asegura una atmósfera adecuada”, aseguran en el sitio web www.naturavive.com, donde además ofrecen servicios adicionales para recorrer y escalar las montañas del inmenso Perú.
