El coordinador del Observatorio Venezolano de las Políticas Públicas (OVPP), Luis Eduardo Rodriguez, advierte que el Proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2015 es un compendio de incoherencias que, en lugar de clarificar el rumbo económico del país, lo que genera es una incertidumbre total «considerando que sus planteamientos y objetivos en materia económica y financiera no son los más cónsonos con los resultados que el Gobierno estima se puedan generar tras su ejecución».
En primer lugar, Rodríguez señala que se sigue arrastrado el vicio de subestimar el ingreso petrolero a fin de disponer de forma discrecional y sin control político y administrativo alguno los excedentes o el diferencial entre lo estimado y lo real, «esto es grave en vista de que afecta las asignaciones del situado constitucional a las regiones y se agudiza la crisis en diferentes sectores que son competencia del poder público como salud, seguridad, educación y servicios públicos en general».
En segundo termino, añade, «es un presupuesto altamente inflacionario, considerando que el Gobierno nacional plantea un importante componente del presupuesto en materia de asistencia social, cosa que es falsa porque lo realmente planteado es un reparto a sus sectores más cercanos para cautivarlos en la época electoral».
Un tercer elemento que no se considera en el proyecto, acota, es a qué tipo de cambio se espera cambiar al Banco Central de Venezuela los ingresos por exportaciones petroleras «ya que el 96% de los ingresos de divisas provienen de esta actividad y en un 100% es controlada por el Estado, lo cual enturbia la transparencia y sinceración de la política cambiaria y monetaria», subrayó.
Una cuarta observación que hace el OVPP es que, en forma muy concreta, este es un presupuesto irreal y con graves deficiencias en la estimación del gasto que alcanza 741.708 millones «lo cual si se compara con el gasto efectivamente realizado a septiembre de 2014 se queda corto, porque suma aproximadamente Bs. 960.000 millones, cuya cobertura ha sido con una agresiva y descontrolada mala costumbre de solicitud de créditos adicionales ante la Asamblea Nacional».