El 28 de abril de 2013 finalizó el período de siete años de los rectores Tibisay Lucena, Sandra Oblitas y Vicente Díaz, representantes del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Desde hace más de un año y seis meses siguen en sus cargos con sus períodos vencidos. En ese sentido, debe abrirse un proceso de postulaciones para que la sociedad civil, a través de un Comité de Postulaciones, le presente los aspirantes al parlamento.
La designación quedará en manos de las dos terceras partes de los diputados de la Asamblea Nacional, es decir, 110 parlamentarios deben acordar la elección de los tres rectores con dos suplentes cada uno. Diputados oficialistas y opositores deben conciliar ya que ninguna de las bancadas reúne esas dos terceras partes, según lo establecen los artículos 296 de la Constitución y 8 de la Ley Orgánica del Poder Electoral (LOPE).
El período de los rectores se venció y desde entonces la demora ha marcado el proceso para designar a los nuevos miembros del CNE.
Según las ONG, Ciudadanía Activa, Compromiso Ciudadano, Grupo La Colina y Súmate, la convocatoria para conformar el Comité de Postulaciones Electorales (CPE) no se hizo cuando correspondía, en marzo de 2013. El CPE fue designado en octubre de este año.
La abogada Cecilia Sosa, exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia, sostuvo que el retraso para designar los tres nuevos rectores del CNE tiene dos vertientes, primeramente que se pongan de acuerdo esas dos terceras partes de la Asamblea Nacional y segundo, lo expresado por la Sala Constitucional, ente que señaló que los rectores podrían permanecer en sus cargos hasta ser nombrados sus sucesores.
Pese al atraso, el primer paso se concretó el pasado 22 de octubre cuando se cristalizó el Comité de Postulaciones.
Sosa expuso que si bien, tanto el oficialismo como la oposición volvieron a politizar esos pasos iniciales para designar a los nuevos rectores, algo que había quedado en el pasado con la Constitución de 1999, se trata de una realidad irreversible, la cual es preciso asumir.
“Ante ese escenario los ciudadanos debemos comprometernos. El ciudadano tiene que conocer y saber que es el gran controlador social de lo que pueda ocurrir de ahora en adelante, de la actuación del Comité de Postulaciones”.
Explicó que como ciudadanos comprometidos con la transparencia del proceso “debemos exigir que las reuniones del Comité sean públicas”, que la hoja de vida de los postulados sea accesible a través de los diferentes medios de comunicación impresos, audiovisuales y redes sociales.
“Esos aspirantes deben cumplir ciertos requisitos, deben ser personas preparadas, que manejen ampliamente el tema electoral y lo más importante, no pueden estar vinculadas a organizaciones con fines políticos. Un candidato inscrito en algún partido no puede renunciar y postularse, debe privar la seriedad. El CNE es un órgano eminentemente técnico, no político”.
Sobre la posible reelección de los actuales rectores, quienes pueden postularse nuevamente, la jurista mencionó que en este momento, el espíritu de todos los ciudadanos es que haya una renovación del órgano electoral.
“Ojalá fuese una renovación total del CNE. El espíritu sugiere buscar tres nuevas personas que generen confianza y garantía para fiarnos de un ente verdaderamente técnico, un árbitro confiable y no un órgano político dominado por el oficialismo”.
Acuerdo
Algunos dudan que esas dos terceras partes de la Asamblea Nacional logren ponerse de acuerdo en torno a la designación de los nuevos rectores, sin embargo, la especialista no cree que se llegue a ese punto, a su juicio, si los parlamentarios lograron un consenso para elegir al Comité de Postulaciones, también lo harán cuando deban elegir a los rectores.
En caso contrario, la Sala Constitucional le ordenaría al parlamento designar a los rectores, no los elige, eso sería un abuso, a pesar de que en el pasado fue una actuación aplaudida tanto por el oficialismo como por la oposición. “Sabemos que el venezolano tiene ahora muchos problemas que enfrentar para estar pendiente de este tema, pero es la ciudadanía la que aboga por elecciones libres y verdaderamente auténticas, de allí debe partirse, vigilar el proceso, exigir que todo sea público y que si los actuales rectores van a postularse lo digan anticipadamente”.
