Una bomba estalló el domingo cerca de un retén paramilitar paquistaní, matando al menos a 45 personas. El ataque, presuntamente cometido por un terrorista suicida, ocurrió cerca de la frontera del país con India, dijo la policía.
La bomba estalló cerca de un retén en el cruce fronterizo de Wagah, en las afueras de Lahore, precisó a los reporteros el jefe de la policía provincial, Mushtaq Sukhera.
Agregó que es probable que aumente la cifra de muertos debido a que había más de 70 personas heridas, con varios de ellos en estado crítico.
Sukhera dijo que la policía tenía informes de inteligencia de antemano de que podría haber una explosión de este tipo en la ciudad.
Otro funcionario en Lahore, Haider Ashraf, dijo que entre los muertos y heridos había algunos soldados paramilitares. El director provincial de las fuerzas paramilitares, el general Tahir Javed, dijo que tres soldados murieron. Todos los oficiales dijeron que no sabían cual pudo haber sido el objetivo del ataque.
Nadie se ha atribuido la responsabilidad del atentado.
La seguridad se ha incrementado en todas las ciudades principales de Pakistán, a fin de prevenir posibles ataques contra las minorías chiíes que se hallan observando el Ashura, un ritual de 10 días para conmemorar la muerte del imán Husein, nieto del profeta Mahoma.
Sin embargo, dijo Haider, no había procesiones chiíes en la zona donde ocurrió el ataque del domingo. Lo más probable es que las sospechas apunten a los talibanes paquistaníes o cualquiera de sus grupos aliados de milicianos.
Los extremistas han estado librando una guerra contra el Estado desde hace más de una década, en un intento de derrocar al gobierno e instalar su propia versión dura del islam, matando a miles de paquistaníes.
