Informándome por artículos de prensa y sus manchetas, tengo entendido que el representante de Venezuela en las Naciones Unidas hoy también debe representar nuestro país en el Consejo de Seguridad.
Muchos artículos y por qué no decir manchetas, tal vez por desconocimiento o por algún interés, confunden la seguridad de la nación con la seguridad personal y de bienes de lo interno en mi país, su país, y si bien es cierto que hoy los premios Nobel de la Paz se dan a personas que poco participan en los conflictos militares, debemos pensar cómo piensan otros países, nuestros vecinos brasileros manifiestan que su país, sus fronteras, llegan hasta donde se hable positivamente de su país.
Allá en mi caserío Volcancito estoy casi seguro que muchos se preguntaran qué son las Naciones Unidas y para que sirven, pero también sé que hay muchos en todos esos pueblos y caseríos que están convencidos de que en el orden mundial se debe reunir a los buenos y los malos y que si se exige diversidad en lo interno, de esa misma forma debemos aceptar la diversidad afuera, porque hay que jugar al ganar-ganar, solo pensemos lo que ha sucedido en los últimos tiempos en donde Rusia y China, países miembros permanentes de ese Consejo de Seguridad, sus representantes tal vez allí, fue donde sacaron conclusión, que es mejor dar libertad a los pueblos para el trabajo productivo que tenerlos sometidos a la férrea posición de la doctrina comunista que solo exige el hombre esclavo del Estado.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tal vez su objetivo es evitar los conflictos internacionales para que no desemboquen en el uso de la fuerza militar, es decir la guerra. Venezuela está muy lejos de pensar en los conflictos con el uso de la fuerza militar y por tal motivo en lo interno no es ni correcto ni recomendable hablar de enemigos, por el contrario es contraproducente aceptar todos los días tanto de gobernantes como del pueblo en general de esa palabra para referirse a ese ciudadano con derechos inalienables para justificar la barbarie en el trato y el desconocimiento de lo pautado en la Constitución y las leyes, el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad privada y otros.
Han habido pensadores que de una u otra forma manifiestan que “la Paz es el respeto al derecho ajeno”, que justicia es “darle a cada quien lo que le corresponde”, para otros la paz es estar bien con su conciencia, es sentirse satisfecho de sus logros honestos, en las iglesias nos invitan a darnos la paz y decimos prudentemente “la paz sea contigo”, en ningún momento hablamos ni nos sentimos identificados con los derechos humanos, con los tratados y convenios de las naciones, con constituciones de las naciones, eso se lo dejamos a los que ejercitan el gobierno, a ellos no debemos pedirles mucho, no les exijamos que nos representen bien o mal ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero a la vez vamos a exigir lo básico, que se ocupen de satisfacer las necesidades de educación, seguridad, salud, administración de justicia y trabajo, que estoy seguro que lo demás viene por si solo, ojala no se parezca a lo que practico Juan Vicente Gómez, la unión en las cárceles, trabajo en las carreteras y paz en los cementerios, esto no debe volver a suceder por el bien de todos
Pienso que lo que hay que hacer es hacer, que somos lo que son nuestras acciones, unirnos con más fuerza y dejar de buscar culpables.
…Unidos todos por el éxito y el crecimiento de la familia ganadera (Fedenaga).
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