Venezuela perdió su rumbo económico y vienen tiempos complejos y de inflación, ante la negativa del Gobierno a cambiar un modelo económico perverso que estimula la escasez y reduce la capacidad productiva de la industria.
Así lo manifestó el presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, quien considera por ejemplo que la nueva resolución que permite la importación de automóviles que no sean de uso comercial afectará la capacidad productiva de la industria automotriz instalada en el país.
“Lo malo de estas medidas es que se toman siempre inconsultamente”, criticó.
Precisó que las ensambladoras emplean en Venezuela a unas 15 mil personas y esta medida podría afectar a los trabajadores.
“Era más sencillo sentarse con ellas a reconocer que hay un plantel instalado, creo que hay que discutir una política automotriz en el país”, dijo.
Al referirse al ajuste de precios de arroz, el representante del máximo ente empresarial aclaró que simplemente se procedió a sincerar un costo que llevaba años rezagado.
“La gente tiene que estar viendo que durante casi 3 años no pagó un aumento con el arroz pese a que la inflación es de 70%. Con la gasolina va a pasar lo mismo cuando se decidan a aumentarla”, dijo.
Roig considera que estos ajustes de precios son positivos porque se trata de normalizar la economía pero lo correcto es incentivar la producción.
Al referirse al nuevo decreto que prohíbe la venta de productos básicos a los comerciantes informales, el líder del gremio empresarial lamentó que 42% de la economía en Venezuela se maneje a través del mercado informal.
Insistió en que mientras no se ajuste el modelo económico, la gente seguirá acaparando ante la escasez de los productos pues “la confianza no se decreta”.
“En algún momento tendrá que hacerse un cambio de timón, es irreversible porque el modelo económico es insostenible y más temprano que tarde creará una imposibilidad de gobernanza”.