El Centro de Procesos para la Innovación (CPI por sus siglas en inglés) ha presentado una revolucionaria iniciativa que puede alterar la forma en la que son entendidos los aviones actualmente. El proyecto de la compañía se basa en un avión sin ventanas pero que a su vez permite poder contemplar el exterior mientras se viaja.
El CPI alega que al quitar las ventanas se ahorra peso, lo que se traduce en una disminución del coste final del vuelo para el pasajero. Pero uno de los mayores alicientes es que los pasajeros podríancontemplar el paisaje exterior mientras navegan por internet o ven una película gracias a unas pantallas que estarían hechas con diodos orgánicos emisores de luz (OLEDs).
Los OLEDs son un tipo de diodo formado por una combinación de materiales orgánicos que proporcionan luz propia cuando son estimulados eléctricamente. En contraste con las pantallas LCD y de plasma, las OLEDs no necesitan una luz de fondo, por lo que consumen menos energía y pueden ser mucho más finos que otros dispositivos.
Eliminar las ventanas no es una simple cuestión estética. En los años 50, la ahora extinta compañía de Havilland comprobó que los accidentes que sufrían sus reactores Comet (que contaban con unos grandes ventanales) tenían que ver exactamente con el tamaño de las ventanas. El fuselaje se rompía en las esquinas por fatiga del metal, por lo que fueron rediseñadas, haciéndolas más redondeadas y pequeñas.
La compañía impulsora del ‘avión del futuro’ asegura queeliminando las ventanas también se reduciría (derivado de la reducción de peso) la cantidad de combustible empleado y con ello, las emisiones de CO2 a la atmósfera. Según el CPI, por cada 1% de reducción de peso, hay un ahorro de un 0,75% de combustible.