Dos quirófanos y el área de recuperación del Hospital General Universitario Dr. Luis Gómez López quedaron bajo las aguas durante el fuerte aguacero de más de una hora que se precipitó la tarde de este lunes en Barquisimeto, afectando a tres pacientes quienes no pudieron ser intervenidos quirúrgicamente, cuyas operaciones estaban pautadas para ayer y fueron suspendidas para dentro de quince días ante la inesperada inundación.
Así lo dijo el Dr. Freddy Rincón Ríos, urólogo adjunto al servicio de urología de este centro de salud larense, y agregó que cuatro pacientes más del servicio de oncología están perjudicados porque tampoco se podrán operar hoy martes.
Adelantó que por este inconveniente cierran los quirófanos para la respectiva desinfectación y estarían operativos mañana, probablemente.
La situación se presentó por la entrada de agua de la ductería de aguas negras que estaba tapada, y no se toman las medidas preventivas para evitar este tipo de incidente, explicó.
“Hemos visto con gran preocupación hechos como este cuando llueve” dijo.
Recordó que luego de ser inaugurados en mayo de este año los referidos pabellones, fueron suspendidos a los tres días debido a filtraciones, porque los techos quedaron con desperfectos, al parecer, por irresponsabilidad de los contratistas, aunque se repararon.
Posteriormente se reabrieron en agosto, pero nuevamente se presentó el mismo problema, sostuvo.
“Estamos cansados que a la población de Barquisimeto se le muestre un área de pabellón de primera, cuando en realidad la operatividad se ve interrumpida”, expuso.
Lamentó que estas áreas quirúrgicas quedan contaminadas cada vez que le entra agua de lluvia.
Manifestó que las áreas de hospitalización del tercer y segundo piso igualmente se inundaron con presencia de pacientes en recuperación por operaciones, y otros que ingresaron para intervenciones.
Señaló que el gobernador ha estado al tanto de esta problemática.
Colapsa desagüe
Alesia Nass, directora del Luis Gómez López, precisó que el volumen de agua de lluvia que cayó en el patio colindante al pasillo de pabellón, colapsó este desagüe, lo obstruyó y ocasionó la inundación, al colarse por una recuperación improvisada en esa área.
Quizás si el equipo de mantenimiento o de saneamiento hubiese destapado los bajantes a tiempo y quitado la tapa a la alcantarilla, nada hubiese pasado”, esgrimió.
Aclaró que la Gobernación nada tiene que ver con la construcción de los pabellones, se trata de una obra realizada hace seis años, la cual estaba abandonada.
Por lo tanto, se le hizo una solicitud a contraloría para que autorizara al gobernador a adecuar el área, quien la dotó de lo que faltaba, aire acondicionado, lavamanos quirúrgicos y unas puertas.
Determinó que se encontraron muchos errores en la construcción, por lo tanto, se tuvo que cambiar los ductos y se descubrió que el desagüe era más pequeño respecto a la pendiente de los techos, entre otros.