“Lo único que no escasea es la Chikunguña”, dijo Rebeca Lizcano, a la salida de una farmacia ubicada en la intercomunal Barquisimeto-El Cují, a la altura del barrio San Jacinto.
Esta apreciación de Lizcano corresponde al desespero de no haber encontrado el fármaco acetaminofén, una fórmula que hasta hace pocas horas abundaba en los anaqueles a disposición de quien la necesitara tras padecer fiebre o dolor de cabeza.
Hoy, este medicamento se ha convertido en uno de los más buscados por el tema de la Chikunguña.
La mujer señaló que este lunes recorrió una importante cantidad de farmacias situadas tanto en el centro como en el este de la ciudad sin conseguirla.
“La necesito para mi hija de 17 años de edad, a fin de bajarle una fiebre que supera los 40 grados centígrados”, señaló, y agregó que se le hizo imposible encontrar una cajita.
Comentó que pensó haber corrido con suerte cuando en una de esas farmacias del centro de Barquisimeto vendían acetaminofén, pero luego que permaneció media hora en la cola y ordenó el producto en caja, la empleada del establecimiento le pidió el récipe para podérselo vender, y al no llevarlo se regresó a casa con las manos vacías.
Este es el drama que enfrenta la sociedad larense a diario, y que se agrava con el transcurrir de los minutos, en detrimento de la salud de la población, en esta época de proliferación de enfermedades con cuadros febriles, dengue y gripe.
EL IMPULSO constató en varias farmacias que efectivamente no hay acetaminofén.
También escasean los hipertensivos, los jarabes para la tos, los antipiréticos, el ácido fólico, la vitamina c, la cual aumenta las defensas y protege a las personas de enfermedades.
Asimismo, no se consigue diversas presentaciones de pastillas anticonceptivas, medicamentos para diabéticos y fórmulas para problemas de tiroides.
Los desparasitantes tampoco se encuentran en las farmacias, así como misceláneas, es decir, preservativos, isopos, desodorantes y champú, entre otros.
Los antialérgicos igualmente están ausentes.Consultados algunos representes de farmacias sobre el problema, indicaron que los proveedores no les surten cantidades suficientes de estos medicamentos, como lo hacían un año atrás.
Indicaron que tal situación repercute en la salud y calidad de vida de las personas, sobre todo de quienes padecen enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial.
Por otra parte, consideraron que la escasez afecta sus economías ya que no venden lo suficiente para el pago de personal y para cumplir compromisos derivado de la prestación de los servicios públicos y operatividad del local.