La hija de Joan Rivers, Melissa, es la beneficiaria de la inmensa fortuna de la presentadora, que falleció el pasado 5 de septiembre tras complicarse una cirugía de las cuerdas vocales. En total recibirá 75 millones de dólares en efectivo, además de heredar la residencia de su madre en el prestigioso barrio de Upper East Side de Nueva York,valorada en 35 millones, según US Magazine.
La cómica fue ingresada tras sufrir un paro cardiorrespiratorio durante una operación en las cuerdas vocales a la que se sometió en una clínica privada. Tras el incidente, se llevó a Rivers de urgencia al hospital Mount Sinai de Nueva York, donde tuvo que ser inducida al coma. Tras unos días ingresada, falleció tras no poder superar su grave estado.
Rivers era asidua a las operaciones de estiramiento facial y al bótox. Sin embargo, en su última operación no trató de mejorar su aspecto físico, sino de recuperarse de un problema en sus cuerdas vocales.