Transportistas de carga pesada pasan hasta una semana varados en el estado Anzoátegui, a la espera de un pasaje para trasladar sus mercancías hasta la Isla de Margarita. Los choferes son sobornados con dinero en efectivo para acortar los días de espera.
Un solo buque, una salida diaria y más de 200 gandoleros provenientes de todas partes del país, esperando para abordar un ferry que les permita trasladar la carga desde Puerto La Cruz, en el oriente venezolano, hasta la Isla de Margarita en el estado Nueva Esparta.
Frente a esta adversidad han aparecido funcionarios inescrupulosos que cobran el equivalente al triple del costo de un boleto para adelantar el puesto en la lista de espera para embarcar.
Varados y sin producir, los transportistas de carga pesada ven cada vez menos atractivo el flete hasta Nueva Esparta. Por si fuera poco, quienes deben permanecer a la intemperie están expuestos también a los amigos de lo ajeno.
Para quienes llevan años trabajando en el transporte de mercancías, la Nueva Conferry ha sido una gran decepción, no sólo por derribar el terminal de servicios sino por los largos tiempos de espera inimaginables en la anterior administración.
