El 83% del agua de las ciudades depende del Sistema de Parques Nacionales, al igual que el 40% del agua para la actividad agrícola y la plataforma para la inversión turística.
En Venezuela hay 43 parques nacionales y 22 monumentos naturales, que equivalen al 21,76% del territorio, áreas que se comenzaron a consolidar a partir del 13 de febrero de 1937 con la creación del Parque Nacional Henry Pittier, por decreto del presidente Eleazar López Contreras.
Dichos parques se encuentran bajo la administración del Instituto Nacional de Parques (Inparques), organismo adscrito a fusionado Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb).
La historia ambiental del país se encuentra vinculada estrechamente a ese sistema nacional y a la labor del Minamb, opina el ambientalista y profesor universitario Hildebrando Arangú.
“Quienes pretenden descalificar al ministerio deberían buscar el contenido de los sistemas ambientales venezolanos, los más de 125 documentos de estudios del alto nivel técnico, profesional y científico, que han permitido ordenar este país, definir las políticas de ordenación del territorio en defensa de las áreas naturales protegidas, los sistemas agropecuarios y mineros, los sistemas urbano – industriales”.
A juicio del experto, con la fusión del ministerio “todo eso está en riesgo”.
“Hay una amenaza grande y una intencionalidad clara de parte del gobierno de evadir los controles que se daban en esas áreas por parte del ministerio. Ahora quiere pagarse y darse el vuelto”.
Considera que el Minamb está llamado a confrontar al Estado y a los particulares o privados.
“Aquellos que hablan de la existencia de corrupción en esa cartera, deben considerar que los recursos que manejaba eran del 0,43% del presupuesto nacional, algo que resulta vergonzoso… los peores sueldos de la administración pública los tiene el ministerio y todos sus entes adscritos, comenzando por Inparques, ente que resguarda ‘el lomito’ de la diversidad biológica y la mayor riqueza paisajística que tiene el territorio nacional”.
Arangú se muestra preocupado frente la posibilidad de que Inparques pase a manos del Ministerio de Turismo, “algo que resultará nefasto, porque de las áreas protegidas el Estado invierte aproximadamente 55 millones de dólares al año en el mantenimiento del sistema de parques, pero resulta que un solo parque nacional como el Canaima genera alrededor de 3.500 millones de dólares al año, en electricidad y en turismo, datos que acaba de presentar el científico Jon Paul Rodríguez en un estudio interesantísimo”.
La decisión demuestra pleno desconocimiento de los líderes políticos sobre la importancia que tiene la materia ambiental para el país.
“Venezuela es reconocida en el mundo por sus parques, nosotros no vendemos hoteles y lo que históricamente se ha hecho es promocionar bellezas escénicas- naturales, no plataformas hoteleras que al final lo que hacen es contaminar y depredar, porque están hechas sin ningún tipo de estudio o sistema de gestión ambiental”.
Si la administración de dichos parques queda en manos del Ministerio de Turismo, el gobierno tendrá carta blanca para continuar con su vocación de construir infraestructuras y plataformas hoteleras.
“El Ministerio de Ambiente e Inparques se habían convertido en una piedra en el zapato, cuando sus profesionales colocan trabas a la construcción de posadas de pocas habitaciones pero con unas seis camas por cada una, que disfrazan la figura de un hotel. El ministerio siempre hacía las preguntas de rigor ¿qué se hará con las aguas servidas de 120 personas? ¿qué se va a hacer con la basura? Elementos que deben estar previstos y que son contemplados en las evaluaciones y los informes ambientales específicos”.